“La única espada de Damocles que teníamos era el Covid y ahora está la guerra, la falta de personal… nos lo están poniendo difícil aunque quiero ser positivo”, aseguraba ayer el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ante el incremento de los costes, el desabastecimiento general y la falta de personal en hostelería que puede condicionar el buen desarrollo de la Semana Santa y la Feria.
Muñoz ha reconocido que este fin de semana es “clave” para dar una solución al desabastecimiento derivado de la huelga de transportes y a los “altísimos precios” que se están registrando y, sin poder valorar aún la incidencia que podría tener esta situación, ha destacado que las diferentes patronales ya están dando la voz de alarma con paradas de producción y retrasos, por lo que ha considerado que será “una mala noticia” que no haya acuerdos. “Confío en que lo haya y que poco a poco se vaya normalizando la situación”, ha apuntado.
Ha apuntado, ante la incidencia en la falta de personal que se está detectando para asumir las casetas de la Feria, que están registrando “algunas curvas, por Ucrania, por los precios, por el transporte”, además de la falta de personal tanto en hostelería como para la Calle del Infierno, pero ha confiado en que “se encuentre una solución”. “La única espada de Damocles que teníamos era el Covid y ahora está la guerra, la falta de personal… nos lo están poniendo difícil aunque quiero ser positivo”, ha apuntado.
Sobre la Semana Santa, que se celebra antes de la Feria, ha asegurado que las normas que se han aprobado, incluidos los horarios de los bares, van a permitir que discurra con “normalidad”, destacando que la gran afluencia turística que se espera aporta una importante inyección de ingresos, a tenor de las reservas que se están dando en los hoteles. Sin datos aún para realizar unas previsiones, sí ha apuntado que “todo parece indicar que habrá una buena Semana Santa, tanto en lo religioso como en lo económico” y las nuevas normas “no van a suponer ni merma ni restricción de la afluencia de público”.