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Lunes 25/11/2024
 

Jerez

Jaime cumple su sueño y toca la campana tras 46 días de tratamiento en Madrid

El adolescente de 13 años está de vuelta en Jerez tras someterse a sesiones de protonterapia en una clínica de Madrid para combatir un carcinoma en la carótida

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  • La venta de calcetines solidarios permitió costear su alojamiento y el de su madre en la capital durante casi dos meses

Tenía muchas ganas de que mi hijo tocara la campana, lo veía tan lejano cuando nos fuimos a Madrid, pero todo llega”. Y ese día por fin es una realidad. La que habla al otro lado del teléfono es Almudena, la madre de Jaime, el niño de 13 años al que le diagnosticaron en diciembre un carcinoma de células acinares en la carótida y con el que Jerez y muchas personas anónimas de todo el país se volcaron en la compra de calcetines solidarios. La iniciativa que puso en marcha a finales de enero el sanitario Humberto Otero, conocido por sus retos solidarios en Jerez,  para adquirir esta prenda personalizada con el nombre de Jaime y la imagen de un superhéroe -lo que es- para costear los gastos de alojamiento de su madre en Madrid durante los casi dos meses del tratamiento no pudo tener mejor acogida. Colapsó literalmente la web en la que se vendía. Gracias a esta solidaridad y los 4.000 euros recaudados, Almudena pudo quedarse en Madrid  con su hijo en un hotel los 46 días que han ido tachando del calendario.

Durante esas siete semanas Jaime se sometió a un novedoso tratamiento de protones en la Clínica Universidad de Madrid tras ser derivado por el Hospital de Jerez. Han sido días “muy duros, de mucho cansancio; lo hemos pasado mal y ha tenido muchos efectos secundarios", relata a Viva Jerez. Pero todo eso ya ha pasado a un segundo plano porque Jaime y su madre ya están de vuelta en Jerez. Él ha podido retomar sus estudios, ella su trabajo como pinche en el hospital y ahora solo tiene que estar pendiente de las revisiones.
 En su recuerdo queda el trato recibido en la clínica madrileña “como si estuviéramos en casa” y el momento en el que Jaime pudo tocar bien fuerte esa campana ante la emocionante mirada de sus padres y su hermana.

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