Mañana tranquila con temperaturas de 23 grados y apenas viento. O sea, que los temores de que la gente se vaya a la playa y no voten siguen estando presentes, pero menos. Y tranquilidad en los colegios electorales que están llevando las votaciones con normalidad y sin aglomeraciones.
Los representantes políticos que han ido a votar y han colgado en sus redes declaraciones piden lo de siempre, que todo el mundo acuda a votar y luego que hagan lo que quieran con el resto de día, aunque generalmente en estos tiempos se aprovecha “lo que resta de de día” o de la tarde para votar. Es el último empujón.
Lo que sí es verdad es que las terrazas de los bares, las dos de la tarde, no están repletas como suele ser habitual un tiempo atrás con buena climatología. Pero la tranquilidad reina en las calles y en los colegios electorales. Y cerramos el círculo.