Entre olés, palmas y muestras de cariño, La Petróleo asistió luciendo pelo rubio y una esplendente sonrisa a la inauguración de la calle que lleva su nombre y el de Salvaora, compañera de fatigas y tablaos, en el barrio de La Viña.
Tras excusar a su amiga por Covid, se dirigió “muy nerviosa” a los vecinos que no quisieron perder el homenaje, para agradecer, primeramente, al alcalde, José María González, Kichi, el reconocimiento, y todos los presentes el reconocimiento.
“Sois todos muy guapos”, agregó arrancando el enésimo aplauso. E insistió, a continuación, en la importancia que ha tenido La Viña para su vida y su carrera, así como de toda la gente que le ha mostrado afecto “en Cádiz y en España entera” durante su larga trayectoria de casi 40 años “recorriendo el mundo”. “Y mira qué bien estoy, que voy a cumplir 78 el 12 de septiembre”, bromeó respecto a las décadas que lleva trabajando, añadiendo que “ya me puedo morir tranquila”, ante lo que Kichi respondió “ni se te ocurra”.
Finalmente, remarcó sobre la decisión municipal, aprobada en Pleno por unanimidad, de otorgarle el nombre de la antigua calle San Nicolás, junto a la Iglesia de La Palma, que “la gente me quiere y me admira no como maricón, sino como persona y como artista”.
Al hilo de esta reflexión, el alcalde destacó que La Petróleo y Salvaora se merecían este reconocimiento “por ser referente, por ser punta de lanza, por ser escudo, porque gracias a vosotras muchas personas pueden amar a quien quieren y pueden ser como quieren”.
Y, además, añadió, “hablaron de diversidad y de derechos cuando no se podía hacer”. “Son valientes y buenas personas”, concluyó.
Finalmente, la poeta y abogada Eva Córdoba leyó un poema dedicado a ambas artistas y por la igualdad, y, después, La Petróleo se marcó un cante y un baile, ostensiblemente emocionada.
