La Universidad de Granada acaba de recibir las cien primeras muestras de ADN obtenidas de los familiares de personas supuestamente represaliadas o asesinadas tras el golpe de estado que dio pie a la Guerra Civil española. Esta iniciativa se desarrolla en el marco del proyecto ADN de la Diputación de Cádiz.
El equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, adjudicatario de esta asistencia técnica, traslada las muestras al Laboratorio de Identificación Genética para su comparación con los restos óseos procedentes de las fosas excavadas.
Villamartín, Espera y Arcos fueron las primeras escalas del proyecto ADN, consistente en la toma de muestras de saliva a descendientes de desaparecidos que fueron víctimas de ejecuciones consumadas tras la sublevación militar de 1936. La Sociedad de Ciencias Aranzadi lleva a cabo esta recopilación de muestras biológicas, su custodia y entrega al laboratorio.
El historiador y arqueólogo Jesús Román, junto al antropólogo forense Juan Manuel Guijo, han entregado las muestras al equipo del laboratorio granadino que dirige el catedrático José Antonio Lorente.
En esta primera recopilación se han incorporado muestras procedentes de otras provincias españolas, e incluso otros países, que se interesaron en participar en este proceso y a los que se les envió el kit necesario. Las campañas en Villamartín, Espera y Arcos permitieron recabar muestras de poblaciones limítrofes; por ejemplo, a Villamartín acudieron familiares de cinco personas asesinadas cuyos restos, según los testimonios orales, fueron sepultados en la fosa de Benamahoma; en esta localidad de Grazalema fueron exhumadas todas las fosas y el estudio genético de los fragmentos enviados a la Universidad de Granada ya está en curso.
En esencia, se completa un banco genético con las dos piezas que establecen si hay vínculo familiar entre las muestras. La originalidad de la propuesta radica en invertir el orden que hasta ahora se cumplía en los proyectos de búsqueda de represaliados.