El curso 2002-23 arranca este lunes para 46.951 alumnos onubenses de Infantil, Primaria y Educación Especial. Los escolares entrarán en sus aulas en un escenario muy distinto al de cursos anteriores, que estuvieron fuertemente condicionados por las medidas sanitarias demandadas por la pandemia.
Josebe Vázquez, presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la Provincia de Huelva, Fampa Huelva, reconoce a Viva Huelva que el curso arranca en una situación de “tranquilidad” pero, aclara, hay que tener en cuenta que el Covid-19 no ha desparecido. “No debemos bajar la guardia y tenemos que seguir respetando las recomendaciones que se nos dicten”, explica.
Según Fampa, es la pandemia, precisamente, la que ha puesto claramente de manifiesto una de las principales necesidades que tienen los centros educativos, la bajada de ratio. “Cuando hemos tenido que funcionar con grupos reducidos hemos visto que la efectividad es mayor”, señala Vázquez.
Por ello, la reducción del número de alumnos por grupo seguirá siendo el gran caballo de batalla para las ampas en este curso como también lo es para las fuerzas sindicales, como pone de manifiesto el movimiento que ha impulsado el debate de una Iniciativa Legislativa Popular en el Parlamento de Andalucía.
La presidenta de Fampa recuerda que aunque la Junta de Andalucía habla de la existencia de una ratio baja en las aulas andaluzas siempre hay que poner en cuestión este dato, porque se trata de una media que olvida la heterogeneidad de la red educativa, donde las despejadas aulas de las zonas rurales enmascaran la saturación de las urbanas.
En Huelva, analiza Vázquez, “queda mucho por hacer en cuanto a ratio y plantillas porque es cierto que hay masificación en las aulas de Huelva capital y en las poblaciones más grandes y eso nos preocupa”.
Según Vázquez, si en unos centros “hay más de 25, 30 o 35 alumnos por aula, dependiendo de la etapa, y hay otros donde no se llega a formar una unidad es imposible que haya equidad educativa”.
Para lograr esa equidad y, en consecuencia, calidad educativa “hay que bajar de ratio en los centros grandes y dotar a los colegios rurales de los mismos medios que tienen los otros”, sostiene la presidenta de Fampa, explicando que van a solicitar un encuentro con el nuevo delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Huelva, Carlos Soriano, para abordar este y otros asuntos que preocupan a las familias onubenses y ofrecerle su disposición para “colaborar y trabajar en equipo”.
Desde la posición de los docentes, también el sindicato CSIF ha abogado en este inicio de curso por “aprovechar la bajada de la natalidad para reducir la ratio de alumnos y alumnas por grupo en lugar de cerrar unidades de la escuela pública”, según declaraciones del portavoz del sector de Educación del sindicato, José Luis Gómez.
En una encuesta elaborada por CSIF, un 69% de los docentes de Huelva participantes ha señalado que el curso escolar comienza con la plantilla incompleta y el 15% asegura que se han reducido unidades en sus centros. En relación a la ratio, el 38% de los profesionales onubenses indica que se supera la ratio legalmente establecida: 25 alumnos, hasta un máximo de 27 (un 10%) que debe reservarse a matriculaciones sobrevenidas.
El problema de la ratio se agrava, según CSIF, porque maestros y profesores no solo tienen que ocuparse de sus tareas docentes sino de un papeleo excesivo. En este sentido, CSIF ha establecido una relación directa entre la burocracia docente, plantillas y ratio y ha afirmado que “la plantilla de docentes con la que cuenta la escuela pública no es suficiente”.
De hecho, el 98% de los docentes onubenses encuestados por CSIF considera su carga burocrática excesiva o abrumadora. Ante esta situación, el sindicato ha propuesto a la Junta que ponga en marcha un plan de choque en el que destacan propuestas como el aumento de las plantillas y la reducción de la ratio.
Fampa Huelva también coincide en señalar la mejora de las plantillas como uno de los retos para este curso. “Queremos que el profesorado se incorpore de manera normal, que no haya ausencias y que estas se cubran con la mayor rapidez, así como que haya estabilidad en esos empleos”, dice la presidenta de la federación de ampas onubenses.
Otro de los objetivos con los que Fampa afronta el curso es abogar por la instauración del enfermero escolar como figura permanente en los centros ya que, cuenta Vázquez, la pandemia ha puesto de manifiesto los beneficios de su presencia.
Y, por supuesto, Fampa seguirá trabajando en la formación de las familias. “Nuestro objetivo principal es que sus hijos crezcan felices”, resume Vázquez.