El expediente de regulación de empleo (ERE) promovido por la compañía Suntory Beverage & Food Spain, fabricante de las bebidas Schweppes, La Casera, Trina y Sunny Delight, para su planta de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) a cuenta del traslado de la producción a sus instalaciones de Toledo, afecta a un total de 38 empleados del centro alcalareño, según han informado a Europa Press fuentes sindicales.
Según tales fuentes, recientemente, los responsables de la compañía citaron a los sindicatos y al comité intercentros de la entidad, al objeto de iniciar un proceso de negociación destinado al traslado de la producción de la planta alcalareña a la de Toledo.
Más al detalle, la empresa habría planteado un despido colectivo sobre un total de 38 trabajadores del centro alcalareño, que además cuenta con otras 70 personas para la actividad comercial y de administración; si bien habría manifestado su idea de hacer "el menor daño posible" a la plantilla, con lo que los sindicatos entienden que la entidad estaría dispuesta a negociar prejubilaciones y traslados a la planta de Toledo.
Tras un primer encuentro hace pocos días, las representaciones de la empresa y de los sindicatos prevén celebrar una nueva reunión a finales de la próxima semana, para avanzar en la negociación.
Inversión en Alcalá
En enero de 2012, hace ya más de diez años y medio, el entonces grupo Orangina Schweppes anunciaba su decisión de trasladar la producción del refresco Sunny Delight de la fábrica de Mataró (Barcelona) a su fábrica de Alcalá de Guadaíra, después de que la compañía hubiese invertido más de 20 millones de euros en la fábrica sevillana.
A finales de ese año, en ese sentido, el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía autorizaba a la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) a conceder un "incentivo directo" de 3,71 millones de euros para la puesta en marcha de la nueva línea de fabricación y envasado de última tecnología en esta planta de Alcalá.
El "referente" de la planta de Toledo
Ya en 2017, el grupo empresarial anunciaba un nuevo proyecto de transformación tecnológica en su planta de Toledo, con una inversión de unos 60 millones de euros a aplicar hasta 2021, con el objetivo de posicionar a este centro como un modelo de referencia dentro de esta corporación.
Al respecto, mientras la planta alcalareña del grupo concentra la producción del refresco Sunny Delight y una parte residual de la fabricación de La Casera, el cese de la producción en estas instalaciones derivaría de una caída de ventas de Sunny Delight, unida a las vicisitudes actuales de alza de costes de producción fruto de la crisis energética, agudizada por la invasión rusa de Ucrania.
