La carretera CO-6302 que une el casco urbano de Puente Genil con la aldea de El Palomar se ha convertido en los últimos meses en una vía que ha aumentado exponencialmente su densidad de tráfico. Esta circunstancia, unida al notable incremento de la cifra de personas que a diario salen a pasear o hacer deporte por la misma y sus alrededores, se ha traducido en una mayor inseguridad para los peatones y consecuentemente en un riesgo añadido para los conductores. Por este motivo, la alcaldesa pedánea de El Palomar, Soledad Cosano, ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas entre sus convecinos encaminada a que la Diputación Provincial, titular de la carretera, tome note de esta situación y adopte las medidas necesarias encaminadas a ampliar el arcén de la vía, todo ello con el fin de dar más seguridad a quienes utilizan la misma con fines saludables, lúdicos o deportivos. La campaña de recogida de firmas, que arrancó a principios de septiembre, está teniendo una buena acogida no sólo en El Palomar, sino en los núcleos de población aledaños a la pedanía, como son las Bocas del Rigüelo, El Rinconcillo, Cerro de Los Cuenca, Ribera Alta, la Urbanización Ribera de San Luis, o incluso en la cercana aldea de Sotogordo, lugares todos ellos donde los residentes están adhiriéndose a la iniciativa. “Creo que lo que se está planteando es algo bueno para todos”, ha explicado Soledad Cosano, quien ha señalado que el objetivo es buscar una fórmula que permita dotar de mayor seguridad a quienes hacen a diario este trayecto. “En la propuesta hemos planteado que se habilitara una especie de carril-bici en esos tres kilómetros que separan El Palomar del kilómetro cero de la carretera, junto a la gasolinera de La Palmera, pero en realidad, más allá de la forma que se pueda dar, la idea es que se agrande el arcén para que esas personas que vemos andando o haciendo deporte por la carretera puedan ir más seguras, y con ello también haya mayor seguridad vial”, argumentó.
Cosano recordó que hay puntos en esta carretera que se han convertido en lugares bastante peligrosos, especialmente en la parte que va desde la gasolinera hasta la primera entrada de San Luis, donde hay zonas en las que los peatones apenas tienen espacio para resguardarse del paso de los vehículos, o en la curva de La Carraca, en la que los coches entran a una enorme velocidad, lo que ha motivado que se hayan solicitado bandas reductoras de velocidad. Del mismo modo, hay tramos muy transitados por los vecinos, como el de la recta que va desde el Bar Santa Ana hasta la entrada de El Palomar, donde algunos conductores pisan mucho el acelerador sin importarles demasiado quien esté en ese momento cerca de la carretera. “Además, la carretera también tiene algunas carencias de iluminación, sobre todo en sus primeros kilómetros, por lo que una actuación en este sentido podría ir acompañada de mejoras de este tipo”, explicó.
La alcaldesa pedánea de El Palomar indicó que todas estas actuaciones podrían complementar el proyecto que ya hay previsto de mejorar el estado de la carretera y que fue anunciado por el alcalde y diputado provincial, Esteban Morales, el pasado mes de marzo, dotado con unos 150.000 euros, e incluido en el marco de los Planes Provinciales, un proyecto que se une a los también contemplados de reparación del firme de la carretera que va desde Sotogordo al cruce con la de Badolatosa, y la que une Puente Genil con la aldea de Los Arenales.
Por lo pronto, la intención, una vez que se recoja un número de firmas significativo, es presentarlas en el Ayuntamiento, para que sea el Consistorio pontanés el que eleve la petición a la Diputación Provincial. “Por ahora, la acogida ha sido muy buena, la gente ve que lo que se está pidiendo es razonable y esperamos contar con muchos apoyos para que se adopten las medidas que permitan hacer de esta carretera tan transitada, un lugar mucho más seguro de lo que ahora mismo es”. Hay que recordar que El Palomar es la aldea con más habitantes de Puente Genil siendo además una de las más cercanas al casco urbano, aspecto al que se une el creciente número de residentes en la urbanización Ribera de San Luis, lo que hace que el volumen de tráfico en esta zona sea cada vez mayor.
