El Presupuesto General del municipio para lo que queda de 2022 es ya una realidad definitiva tras la denegación en pleno de las enmiendas al documento presentadas por los tres grupos de la oposición. El voto en contra del grupo de gobierno socialista salva así esas alegaciones y pone ya al documento económico en situación de ser aplicado.
A lo largo de la semana, tanto la delegada de Hacienda, María José González, como el propio alcalde, Isidoro Gambín, se han referido a las alegaciones de la oposición para considerarlas fuera de lugar y, sobre todo, carentes de alternativa.
Cabe recordar que el Presupuesto fue aprobado inicialmente en agosto pasado con los votos en contra de la oposición. Pone sobre la mesa casi 33 de millones de euros para una serie de inversiones y sobre todo para el gasto social en un momento susceptible para numerosas familias. Al menos, éste es el espíritu con que el ejecutivo ha sacado adelante las cuentas de 2022.
En concreto, el alcalde matiza que las alegaciones no solo fueron desestimadas por el ejecutivo, sino por el interventor de fondos que creyó que no existían razones para oponerse al Presupuesto. Gambín señala no entender “absolutamente nada” del proceder de los partidos de la oposición “tras haber puesto orden en un total desbarajuste que provocaron en cuatro años PP y Ai-Pro, que sin ningún tipo de control ejecutaban acciones, facturas sin contabilizar y pagar, deudas con Seguridad Social y Hacienda...; un auténtico desastre. Una ruina de más de cien millones de euros que afortunadamente este equipo de Gobierno ha dejado en 67 millones”. De este modo, el alcalde defiende un notable descenso de la deuda pública y una bajada en el gasto de la mano del actual equipo de Gobierno.
Gambín cita deudas históricas con las administraciones públicas, suministros eléctricos y de telefonía, recogida de basuras, bomberos y otras deudas con proveedores. Además, la deuda ha pasado de pagarse de 25 a un interés que apenas roza el uno por ciento. En este sentido, se pregunta si tan complicado era reunificar la deuda; “pues bien, lo hemos conseguido”, apostilla Gambín, que sentencia que ahora se pagan las nóminas, los servicios esenciales y demás al tiempo de recibir las críticas de la oposición. Además, no entiende que después de siete años demandándolo, la oposición votara en contra del Presupuesto; “los tres grupos con las mismas alegaciones para que este equipo de Gobierno no siga gestionando la ciudad. Es de vergüenza y me siento indignado”.
En su defensa del Presupuesto, el alcalde ha recordado que no se ha subido el recibo del agua a pesar del aumento pactado por el anterior equipo de Gobierno y que la oposición, en suma, ha votado en contra de inversiones para mejorar el servicio de aguas, la recuperación de la potabilizadora, al arreglo de caminos rurales, a un plan de asfaltado en varia barriadas, nuevos parques biosaludables, mejora de instalaciones deportivas y otras gestiones que saldrán adelante gracias únicamente al voto favorable del PSOE, remacha el alcalde.
Gambín está convencido del cambio -explica- que experimentará la ciudad los próximos meses. Sobre la oposición, se teme la unión de varias formaciones con el único fin de desbancar al actual equipo de Gobierno.