Así resumió el primer edil los objetivos de un PGOU cuya aprobación suscitó un largo e intenso debate en una sesión plenaria marcada en gran medida por la complejidad de los aspectos técnicos que comporta un documento de estas características.
En todo caso, el Equipo de Gobierno no logró el apoyo final a un Documento cuya aprobación final en el ámbito municipal calificó el primer edil como "muy importante", en la medida en que, según recalcó el alcalde "es el principal y más determinante elemento de desarrollo, de generación de riqueza, de integración social y de marcar el rumbo de por dónde ha de marchar la ciudad y con qué características y servicios se va a dotar".
Pedro Fernández Montes explicó también el largo y complicado proceso de redacción de la Revisión-Adaptación del PGOU objeto de debate, respecto al cual recordó que los diferentes pasos legales emprendidos, caso de las respectivas aprobaciones del Avance y Aprobación Inicial, se han visto retrasados por la puesta en vigor por la Junta de Andalucía de nuevos instrumentos legales que, a la postre, han obligado a revisar, cuando no modificar sustancialmente, muchos de los trabajos ya realizados en el proceso de redacción del Documento.
Tras explicar pormenorizadamente la cronología del trámite administrativo, con los consiguientes retrasos por la aprobación, primero, del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), el alcalde criticó con dureza a la Junta de Andalucía en relación a este proceso, calificando de "desvergüenza" inicia-tivas, en el marco del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (POTAUM), como la creación de "corredores verdes que eran totalmente inviables porque incluso fueron trazados por encima de edificios ya existentes", y agregó que, "cometiendo además una total discriminación y un gran abuso de poder con Torremolinos", al ser "el único municipio de la Costa al que no se le permite crecer al norte de la Autovía".
En este punto, el alcalde abundó en su argumento cuando añadió que "la discriminación con Torremolinos es aún mayor cuando dicho POTAUM sí permite a Rincón de la Victoria construir al norte de la Autovía, y además en zonas de barrancos y grandes desniveles", citando también como ejemplo en este sentido el "increíble cambio de actitud" de la Junta de Andalucía respecto al espacio de Arraijanal, en el marco del PGOU de Málaga, prohibiendo inicialmente cualquier desarrollo urbanístico de la zona, para después aceptarlo en orden a la obtención de compensaciones por parte del Ayuntamiento de la capital.
Retraso de cuatro años
Para Pedro Fernández Montes, la segunda interferencia de la Junta de Andalucía, a través del POTAUM, en el proceso de tramitación del PGOU de Torremolinos, "ha supuesto un nuevo retraso de dos años", sumando un retraso global de cuatro años de retraso "en el desarrollo no sólo de Torremolinos, sino de toda la Costa del Sol, retraso que no ha sido por azar, sino premeditado, con una clara intencionalidad política partidista, guiada por el propósito de frenar el desarrollo económico y, consecuentemente, el crecimiento poblacional de toda la costa de la provincia de Málaga, simplemente porque no quieren que crezcan los municipios que no votan socialista".
No obstante lo anterior, el alcalde de Torremolinos explicó que "junto a mi Equipo de Gobierno, hemos considerado que no era el momento de meternos en contenciosos o querellas que aún retrasarían más el Plan, y que lo que interesa a Torremolinos es que el PGOU salga adelante lo antes posible", aunque advirtió también que "ésta no será nuestra última palabra sobre la cuestión, porque a ningún municipio se le puede imponer la dictadura que no existe en ningún país democrático, de no poder seguir creciendo cuando existe gente que quiere ir a vivir a un lugar que tiene terrenos para ello, como es el caso de Torremolinos".
El alcalde recordó que la consideración legal de "aprobación provisional" del acto que se desarrollaba en ese momento no debe llevar a la confusión, en el sentido de que se trata del "último y gran paso a realizar por el Ayuntamiento" y agregó que, "a partir de ahora, la Junta de Andalucía tiene un plazo máximo de cinco meses" para responder sobre la aprobación definitiva, un hecho que Pedro Fernández Montes dijo esperar y desear, "por el bien de Torremolinos y Andalucía", que se produzca a la mayor brevedad posible, "sin que la Junta de Andalucía agote el plazo", teniendo en cuenta que "ahora la Comisión Provincial de Urbanismo no tiene tanto trabajo". "Si tienen un mínimo de voluntad -afirmó- en tres meses puede quedar aprobado definitivamente el Plan".
Para el primer edil, "es muy importante que los promotores, inversores y propietarios de negocios tengan la seguridad jurídica que da el PGOU, en toda su extensión, incluidos casos muy particulares en lo que se refiere a la zona de influencia marítimo terrestre en La Carihuela".
Asimismo, Pedro Fernández Montes insistió en la necesidad de contar con el PGOU aprobado cuanto antes por lo que supondría de cara a estar "listos a la espera de la recuperación del sector inmobiliario, en cuyo punto de salida Torremolinos está mucho mejor situado que el resto de municipios de la Costa del Sol", debido al escaso número de viviendas construidas existentes en el municipio frente al importante número que hay en otros municipios del entorno.
Enfrentamiento
Tras desmentir que la oposición municipal, como argumentaron anteriormente sus respectivos portavoces, Félix Martín (IU) y Juan Ortuño (PSOE), haya mantenido en el proceso de redacción de la Revisión-Adaptación del PGOU una actitud de consenso, "sino todo lo contrario", el alcalde afeó a la oposición su "permanente actitud de enfrentamiento, de acusaciones, de uso y abuso de querellas y denuncias en los tribunales, incluso descendiendo al honor de las personas y a sus trayectorias profesionales…".
Pedro Fernández Montes recordó también la verdadera representatividad del Equipo de Gobierno en relación a su derecho a aprobar el PGOU, pese a la oposición, y señaló en este sentido que "este PGOU lo aprueba el 68 por ciento de los concejales de esta Corporación, es decir, una amplísima mayoría de más de dos tercios de la Corporación; ni más ni menos que la misma gran mayoría que el pueblo de Torremolinos nos otorgó en las urnas libre y democráticamente".
Asimismo, destacó la amplia participación ciudadana registrada en el proceso de redacción, recordando las 476 visitas registradas para consultar el Documento, del que el Pleno, en la misma sesión de hoy, rechazó un total de 81 alegaciones, tras la aceptación parcial de otras 119 e incorporación plena de otras 72.
En lo que se refiere a aspectos técnicos del Documento, el alcalde señaló como su importancia y explicó que, en base a la experiencia sobre las dificultades habidas en el desarrollo de las Unidades de Ejecución del Plan anterior, que en general tenían varios o muchos propietarios cada una, lo que comportaba perturbaciones en muchos desarrollos, retrasos e incluso chantajes por parte de pequeños propietarios, "hemos dispuesto que las Unidades de Ejecución que se aprueban en este Plan sean de acuerdo con las Unidades Catastrales, con lo cual se eliminan todas esas disfunciones en más de un 95 por ciento y, en general, dependerá de su sólo propietario el promover el desarrollo de una Unidad de Ejecución".
También, en relación con el "actual desequilibrio existente en Torremolinos, que cuenta con más de 7.000 viviendas de aproximadamente 30 metros cuadrados, resultado de una tendencia de los años 70 en los espacios turísticos a contar con estudios", el alcalde explicó que se ha procedido a "corregir tal disfunción, no permitiendo viviendas inferiores a los 45 metros cuadrados útiles, con lo cual -añadió- se evitan posibles infraviviendas y las consecuencias y connotaciones que las mismas conllevan".
Gran avenida central
Pedro Fernández Montes defendió igualmente la configuración de la actual Avenida Manuel Fraga Iribarne como "una Gran Avenida Central, compacta de edificaciones de bajo más 5 ó 6 pisos, de 6 kilómetros de longitud", y ello en el marco del interés por "corregir las disfunciones existentes o unificar la tipología de las edificaciones en los llamados huecos de ciudad, en unos casos, o renovar el parque de viviendas, en otros".
Por último, el alcalde reconoció que "no ha habido ni hay ningún PGOU perfecto", y añadió que por eso la Ley prevé las Modificaciones de Elementos, "a la cual acuden profusamente muchos municipios" y que, en el caso de Torremolinos, añadió, "no es menos cierto que el Plan que se aprobó en 1996, que ahora periclita, ha sido objeto de poquísimas modificaciones, lo que confirma que estuvo bien hecho, y es lo que esperamos del actual".
Por su parte, los grupos de la oposición insistieron en criticar al Equipo de Gobierno por no haber favorecido, a su juicio, un espíritu de consenso, haber limitado extremadamente el tiempo para el estudio del Documento y propiciar, a su entender, un constante enfrentamiento con otras administra-ciones con fines polítIcos.
Por otro lado, y no sin que se desarrollara otro intenso debate político en torno a conceptos generales sobre los usos democráticos, que motivó quizás los momentos de mayor tensión, el Pleno, con los votos en contra de la oposición, aprobó una moción del Partido Popular sobre el Código del Buen Gobierno Local, inspirado en el documento en tal sentido aprobado unánimemente por todas las fuerzas políticas en el ámbito de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).