Los cuatro presos –dos argelinos, un mauritano y uno de Burkina Faso– habían sido condenados el pasado jueves por un tribunal de Bamako a nueve meses de prisión por “posesión ilegal de armas de fuego y de munición”, una pena que ya habían cumplido en prisión preventiva.
Todos ellos habían sido detenidos en el norte del país poco después del asesinato a tiros de un coronel del Ejército maliense en su casa de Tombuctú a principios del pasado junio.
Tras el juicio, se encontraban en situación jurídica de libertad, ya que ya habían cumplido nueve meses en prisión, pero aún no habían sido liberados, una decisión que dependía del Gobierno de Bamako.
En su último comunicado difundido en internet a principios de febrero, la organización Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) había amenazado con matar a Camatte si antes del 20 de febrero no se cumplían sus reivindicaciones, que incluían la liberación de los cuatros presos en Mali.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República Francesa, Bernard Kouchner, se desplazó desde entonces en dos ocasiones a la capital maliense donde se entrevistó con el presidente del país, Amadou Toumani Touré.