El Sindicato Médico de Sevilla (SMS) ha calificado de "fracaso" el plan contra las agresiones a sanitarios a raíz de los datos proporcionados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a las organizaciones sindicales, según expresa en una nota de prensa, relacionados con el tema en cuestión y para el periodo correspodiente de enero a julio de 2022.
"Estos datos revelan un incremento de las agresiones a los profesionales sanitarios, que se acercan a las cifras de 2019, las máximas detectadas en los últimos años". En este sentido, el sindicato destaca que en la provincia de Sevilla se han producido 175 agresiones a trabajadores del SAS.
Para el Sindicato Médico, "si extrapolamos el promedio mensual de este periodo al conjunto del año, podemos estimar un total de 300 agresiones en 2022: cifras que suponen un incremento con respecto a 2021 (242 agresiones) y 2020 (279 agresiones), aunque no alcanzan el triste récord de 2019, año en que se produjeron 388 agresiones".
Recuerda el sindicato que en años anteriores, las agresiones a los trabajadores del SAS en nuestra provincia fueron 226 en 2015, 194 en 2016, 242 en 2017, y 282 en 2018. "Estos datos revelan que el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones a Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, de 7 de julio de 2020, no ha funcionado".
El Sindicato Médico señala al respecto que las agresiones siguen mostrando un "perfil similar" al de años anteriores. Así, afectan más al personal sanitario que al de gestión y servicios (un 77% frente a un 23%) y a las mujeres más que a los hombres (73% frente al 27%). También son más frecuentes más frecuentes en Atención Primaria que en Hospitalaria (61%/39%). Los agresores suelen ser hombres (59%), que agreden con más del doble de frecuencia a mujeres que a otros hombres.
Asimismo, un 32% del total de agresiones se producen por parte de mujeres a otras mujeres. Es significativo que el 43% de las agresiones no las lleve a cabo el paciente, sino su acompañante. "También resulta alarmante --añade la nota de prensa-- que el 30,6% de las agresiones sean llevadas a cabo por reincidentes, un porcentaje que sube al 55% en el caso de pacientes psiquiátricos".
"No hay mecanismos eficaces de identificación y control de los reincidentes; no hay suficiente personal de seguridad ni medidas disuasorias como cámaras; no existen diseños arquitectónicos adecuados para facilitar la huida en caso de agresión; tampoco un apoyo adecuado al profesional agredido en los ámbitos legislativo, judicial o laboral, hasta el punto de que sus ingresos disminuyen si la agresión es causa de una baja laboral", critica el SMS.