Arranca la Copa Davis en Málaga con el foco puesto en la selección española, que buscará como anfitriona levantar su séptimo título el próximo domingo. Para ello, primero tendrán que superar a la peligrosa Croacia en cuartos de final. En juego está la mítica ensaladera de plata de uno de los torneos más antiguos de la historia del deporte, el que despliega un tenis por equipos en una mezcla de individualidades y duplas muy determinante.
Ocho selecciones la disputan en los siguientes cruces: Australia contra Países Bajos (martes), España ante Croacia (miércoles), Estados Unidos y Italia y Alemania contra Canadá (jueves). Puede que sea el torneo de las grandes ausencias: faltarán Carlos Alcaraz y Rafael Nadal, el primero por lesión, el segundo por decisión propia. Alexander Zverev no estará con Alemania, ni Jannik Sinner ni Matteo Berrettini con Italia, ni Nick Kyrgios con Australia.
Pero no por esas hay que considerar este evento como algo menor porque no haya tantos grandes nombres. La juventud se abre paso con permisos de los tres tenores. El canadiense Felix Auger-Aliassime, con un final de temporada espléndido (sexto del mundo, tres títulos en octubre, semifinales en París y clasificado para las finales ATP), y el estadounidense Taylor Fritz (9º ATP, semifinalista en Turín) actuarán de reclamo.
Todos los enfrentamientos constarán de dos partidos individuales y, solo si es necesario, uno de dobles, al mejor de tres sets y con tiebreak. Los dos equipos finalistas accederán de forma automática a las finales de 2023 y el resto tendrá que jugar la ronda clasificatoria.
El Carpena pondrá el aliento necesario. "Seguro que el estadio estará lleno. Con una eliminatoria tan dura como la de Croacia , necesitamos el apoyo de todos", decía este lunes Pablo Carreño. Diez mil almas caben en las gradas del pabellón, equipado de infraestructuras. Se han instalado luces led, grandes altavoces, focos especiales para la iluminación de la pista y grada y se han levantado dos palcos en las zonas norte y sur.
España sin franquicia
Se espera que pasen por el Carpena unas 60.000 personas, con una media de diez mil diarias (con o sin entrada) que se reunirán en la zona habilitada para aficionados en la explanada de la entrada al pabellón, lo que convierte a Málaga en la fiesta mundial de tenis durante toda esta semana de Davis.
La afición confiará en Pablo Carreño, Roberto Bautista, Marcel Granollers, Albert Ramos y Pedro Martínez, los cinco elegidos por el capitán, el otrora tenista Sergi Bruguera, dos veces campeón de Roland Garros y que alzó el título en 2019 ya como líder y gestor. Al aficionado malagueño le queda el sabor agridulce de no poder ver al paisano Alejandro Davidovich, que ha ido de más a menos en este 2022 hasta desaparecer de la lista de prioridades.
Sin el número uno y número dos del mundo -primera vez que dos españoles están ahí-, España no es favorita, pero sí aspirante, sobre todo con la baza de jugar en casa, aunque habrá miles de aficionados de fuera.
España es el sexto país del mundo con más Copa Davis (6), mientras que Croacia tiene dos Ensaladeras. Estados Unidos (32), Australia (22) y Francia y Reino Unidos (10 cada una), además de Suecia (7), están por delante. Esta semana, otra cita con la historia, esta vez en terreno malagueño.