Agentes de la Policía Nacional adscritos al Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Jaén, en colaboración con personal de la Brigada de Policía Judicial, del Grupo Operativo de Respuesta de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, la Unidad de Guías Caninos así como del Grupo Operativo de Intervención Técnica, han detenido a tres mujeres y a cuatro hombres, como presuntos autores de un delito de de tráfico de drogas.
Según ha informado en un comunicado, todos los detenidos en la operación 'Maestra', de los que dos se encuentran ya en prisión, tenían antecedentes policiales. En concreto fueron registrados tres domicilios del casco histórico de la capital.
La Policía ha detallado que una de las arrestadas supuestamente se valía de consumidores de confianza para trasladar sustancia estupefaciente desde su domicilio hasta los otros dos puntos vendiéndola en su nombre, llegando a servir los mismos como narcosalas para el consumo 'in situ' de la droga en el lugar.
La investigación se inició tras comprobar que en determinadas zonas de la ciudad se había generado gran alarma social debido al deambular de toxicómanos que acudían a los puntos objeto de la investigación para adquirir sustancia estupefaciente.
Tras recabar diferentes informaciones e indicios, los agentes constataron que las personas que acudían a adquirir la sustancia estupefaciente le pagaban la misma entregando efectos previamente sustraídos, lo que conllevaría que, además del tráfico de drogas existiera también la conducta delictiva constitutiva de receptación.
Una de las viviendas era el centro neurálgico de la actividad delictiva y los agentes verificaron --una vez pusieron en orden todo el material intervenido en los tres registros-- que, como bien apuntaba la investigación, el domicilio de la principal arrestada, en el que sse había intervenido útiles para la preparación de las dosis tales como recortes de plásticos, menaje de cocina con restos de cocaína así como una balanza de precisión, que era ella la responsable de adquirir la sustancia estupefaciente y su posterior traslado a las otras dos viviendas de las dosis ya preparadas.
Supuestamente para ello se servía de consumidores de confianza, los cuales la vendían en su nombre, mientras que las otras dos viviendas se utilizaban como narcosalas.
La Policía ha destacado "el evidente estado de abandono y de insalubridad" de las otras dos viviendas en las que se intervinieron balanzas de precisión y restos de papelinas de papel de aluminio. En esas viviendas se preparaban las dosis 'ad hoc' y se utilizaban como narcosalas para los consumidores.
Los investigadores comprobaron en los diferentes registros la existencia de efectos, al parecer procedente de sustracciones que podrían haber sido aceptados como parte del pago de los consumidores, todo ello como consecuencia del elevado coste que supone el conseguir la dosis diaria de sustancia estupefaciente.
A día de hoy la investigación policial sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones dentro de esta operación cuyo valor de lo intervenido supera los 10.000 euros en el mercado negro.