El ataque ocurrió en un punto de registro y distribución de ayuda humanitaria para desplazados situado en el área de Katcha Pakka del distrito de Kohat, en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), dijo a Efe un portavoz del Gobierno regional, Zahid Bunairi.
“Los suicidas eran unos jóvenes de entre 18 y 20 años. Es terrible. La realidad nos demuestra que tenemos mucho trabajo por hacer para educar a la población”, afirmó Bunairi, quien cifró en 35 el número de fallecidos.
En declaraciones al canal televisivo privado Dawn, el jefe de la Policía local, Dilawar Khan, elevó el número de muertos a 42, entre los cuales hay un cámara y un reportero de una televisión paquistaní.
El primer suicida hizo estallar la carga explosiva que portaba en torno a las 12.00 horas locales (7.00 GMT) y, poco después, cuando los servicios de emergencia estaban iniciando las tareas de rescate de las víctimas, un segundo atacante se suicidó en el mismo lugar.
El centro atacado había sido puesto en funcionamiento el pasado día 3 de abril por el departamento de Bienestar Social de la NWFP. Y en apenas dos semanas, se habían registrado en el mismo como desplazados 2.500 familias.