En este sentido, Ariza ha reafirmado su postura de que su principal prioridad pasa por solventar los problemas económicos y la situación que atraviesa el Consistorio barreño. Así, hasta en tres ocasiones ha remarcado que su intención no pasa por abandonar su puesto al frente del Ayuntamiento.
Cauces correctos
Si bien los denominados como ediles críticos, hasta siete concejales del equipo de Gobierno, han declinado realizar declaraciones para no entorpecer el proceso iniciado desde dentro del partido para sustituir a la alcaldesa, fuentes cercanas al PSOE barreño sí que han confirmado que se “está a la espera de que Ariza presente su dimisión”.
Así, desde el partido se entiende que en esta ocasión se han adoptado los “cauces correctos para sustituirla”, subrayando que “los secretarios general local y provincial han mostrado claramente su postura al respecto”. Es más, estas mismas fuentes mantiene que “si no ha dimitido todavía es porque quizás no ha reflexionado lo suficiente”.
Sea como fuere, a comienzos de la próxima semana se cumplirá el plazo de reflexión otorgado por el PSOE provincial a la alcaldesa, por lo que se espera que hasta el martes próximo los acontecimientos se precipiten sea cual sea la decisión de Ariza.
Una vez que la regidora comunique oficialmente su decisión al PSOE provincial, “el partido obrará de una manera u otra”. Si bien se palpa cierto convencimiento en las filas rebeldes del socialismo barreño, la realidad es que hasta la fecha la alcaldesa no ha hecho sino confirmar su intención de continuar, opuesta a la postura mayoritaria cuyo objetivo ineludible pasa por forzar su retirada de la Alcaldía.
En cualquier caso, las fuentes socialistas apuntan que, ante un posible enroque de Ariza en su cargo, “el PSOE sabrá como resolver esta situación. Hay herramientas al alcance dentro del funcionamiento del propio partido para solventar esta posibilidad”.
Sin moción de censura
En cualquier caso, por el momento, los ediles críticos “no se plantean” la opción de presentar una moción de censura contra la regidora. “Esperamos no tener que llegar a eso. De hecho, por el momento, no se ha barajado esta posibilidad”, se asegura desde el PSOE barreño.
Este rechazo a la herramienta de la moción de censura tendría su origen en el hecho de que, si el PSOE presentara una moción contra una alcaldesa de su partido, supondría atraer la atención de los medios de comunicación, cuestión que el partido provincial está intentando evitar a toda costa con sus diversas mediaciones y este último plazo de reflexión.
Por ello, la única opción viable en caso de que Ariza persista en su idea de continuar en la Alcaldía sería una posible expulsión del partido que justificase la presentación de una moción para forzar su relevo.
Si bien el PSOE traslada la idea que se trata de una decisión personal, existe un malestar en el partido “a la vista del continuo deterioro de la situación. Se está llegando a unos límites que en otros casos se habrían resuelto con una dimisión. Si Ariza se emperra en seguir se le estaría haciendo mucho daño al Ayuntamiento, porque no se le dan soluciones a los problemas existentes”.
Otra de las cuestiones fundamentales pasa por conocer los probables candidatos a suceder a Ariza. Al parecer, los ediles mantienen que “no se ha hablado, ni se hará, de este tema hasta que no se arregle la marcha de Ariza. No se ha abordado el siguiente paso, pero lo que parece claro es que el candidato se decidirá en el seno del partido por consenso”.