En 2022 se produjo un acusado descenso del número de llegadas de personas migrantes a las fronteras españolas, con 34.573 frente a los 56.833 del año anterior, un 23% menos, según los datos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A). Sin embargo, la cifra de muertes en la frontera sur registrada por la organización es la segunda más alta de la serie histórica, con 1.901 víctimas, solo superada en 2021, con 2.216 fallecidos.
Diego Boza, coordinador general de APDH-A, consideró que el incremento del 11% de muertos y desaparecidos se debe a la “externalización del control migratorio en manos de Marruecos”.
“Pedro Sánchez se ha convertido en el mamporrero” del rey Mohamed V, denunció, por su parte, Rafael Lara, autor de la memoria junto a Ana Rosado.
Por un lado, los responsables de la organización denunciaron que Rabat “no es capaz siquiera de gestionar la situación de sus propios nacionales”, dado que dos tercios de las personas llegadas por la frontera sur vía marítima tienen orígen norteafricano, incluido Marruecos.
Por otra parte, advirtieron de que los controles de la Gendarmería del reino alauí ha llevado a que los migrantes se echen al mar con embarcaciones precarias y opten, asimismo, por rutas más peligrosas, como la canaria, que acumula 1.330 de las 1.901 víctimas en 2022.
Finalmente, indicaron que el golpe de timón del Gobierno dcon el Sáhara ha relajado la política migratoria de Argelia, de manera que se ha registrado un aumento de pateras en el Levante, con 6.356 personas el pasado año, frente a las 5.191.
Boza alertó, finalmente, al margen de lo cuantitativo, de lo preocupante en términos cualitativos con “la masacre en la frontera de Melilla, el 24 de junio, con al menos 23 fallecidos, porque “se han vulnerado derechos” a causa de la actuación policial a ambos lados de la valla.
Ante este escenario, ha planteado crear “vías legales y seguras para las personas migrantes, especialmente, para las que procedan de países en situación socioeconómica complejas”.
