Sin ridículos ni patetismos, las cosas y las personas no son siempre lo que parecen . Muchas veces, más de las que nos creemos tras la careta de alguien osado se esconde un ser tremendamente tímido y vergonzoso., más predispuesto a extinguirse que a extenderse., a dejarse llevar que a tomar la iniciativa.
Debemos aprender a dudar de nosotros mismos, es fundamental para profundizar en el conocimiento, lo que no podemos es encerrarnos en una urna de cristal como si el mundo exterior no existiera o enfrentarnos a él, nos produjera una sensación entre la incertidumbre y el pánico.
Hay quienes buscan refugio en las redes sociales y huyen de la realidad, ignorando que si vivimos en positivo atraeremos las mejores vibraciones , recorriendo a diario el camino que hay entre el mundo global y la puerta de nuestras casas.
Si vamos venciendo nuestra timidez y salimos de nuestras capsulas, entre alabanzas y reproches iremos viendo, que nuestro primer amor es el amor a nosotros mismos y que si hacemos esfuerzo lo que va mal , seguramente podrá ir mejor.
Ante cualquier situación hemos de mantener la compostura , ser útiles e irradiar calidez y seguridad, sin meter la pata ni necesidad de desaparecer para ser elogiados entre dimensiones desconocidas y desmanes escandalosos, superando los obstáculos que se nos presenten y no hundirnos en la invisibilidad.
En ocasiones nuestro retraimiento entre misterios interiores y voces exteriores, irritaciones y serenidades, cada cual cuenta y da una versión de la historia según le interesa., y las circunstancias pueden favorecer los desengaños y los jarros de agua fría y hemos de ser prudentes.
Cuando superamos nuestras introversiones y vamos a por todas será la mejor manera de ir a cualquier parte. No olvidemos que un minuto de mal rollo son sesenta segundos de risas perdidas , y que si lo queremos , hemos de ser atrevidos e intentarlo.
Una sorpresa nos va a producir intensidad de vivir, preocupándonos lo justo y disfrutemos todo lo que podamos . Evitemos el aislamiento y la melancolía , disfrutemos con las personas que queremos y todos los colores de nuestra vida y aprovechando ese no se qué , que solo tenemos nosotros.
Con audacia descubriremos que cada día hay una hora adecuada para lo que queremos hacer, son pequeños motivos para grandes objetivos , situaciones versátiles para cuestiones solidas , mucho más de lo que vemos e imaginamos, más bello de lo que aparentan, y con la sensación de que el tiempo se detuviera y pudiéramos brillar eternamente con unas pisadas en la que hacemos camino que parece no terminar nunca.
Tomemos decisiones con el corazón , respetando las reglas , sin escándalos ni acusaciones , y tengamos en cuenta que en ocasiones las palabras se rebelan contra quienes las escribimos y que entre el ajetreo y el estrés , hemos de pensar las cosas antes de hacerlas.
No perdamos el tiempo en construir realidades donde solo hay molinos de viento , y ser conscientes de lo mucho que somos capaces de conseguir. Sin temores , recelos y preocupaciones ni pequeñas angustias que nos van saliendo paso a paso.
Para vencer nuestra timidez , hemos de convencernos que el destino nos va a ayudar y podremos salir con éxito de situaciones complicadas , aunque no podemos pretender que todo nos salga bien.