El Unicaja es humano y no inmortal. La afición fue testigo de ello viendo la cuarta jornada europea de esta segunda fase. Mal partido en Estambul que priva de un caramelo muy tentador. No se pudo cerrar su pase matemático para los cuartos de final de BCL después de caer por 72-67 en la cancha del Galatasaray turco, que incomodó y supo complicarle el plan a Ibon Navarro con una buena actuación del exjugador ACB Angelo Caloiaro, clave con sus 15 puntos, nueve rebotes y 22 de valoración.
El arranque del Unicaja fue un mal menor, porque pintaba a desastre y se consiguió salir a flote a trompicones, después en enlazar varias jugadas de malos tiros: se habían consumido siete minutos y tan solo se había logrado anotar siete puntos, por los 14 de su rival.
Sin embargo, la aparición de Dylan Osetkowski, el ala-pívot de Florida que no pudo estar en el anterior partido por un virus gastrointestinal, fue fundamental para mantener a flote al equipo malagueño, que se marchó del primer cuarto con un 16% de acierto en el triple y un 35% en tiros de dos.
La confianza de los de Ibon se fue creando a base insistir en confiar desde la línea de tres, así se fue abriendo paso en el parqué ante las canastas más tiro adicional del Galatasaray.
Un triple de Tyson Carter casi en el ecuador del cuarto puso a su equipo por delante (26-27), un síntoma de que ya sí se estaba en el partido y no fuera de él como al principio. El equipo turco tiene muchas amenazas, Caloiaro, un acertado Emir Kabaca y hasta los uno contra uno de Daron Russell.
Juegan a un estilo alocado y caótico, por lo que el escenario era un duelo de pistoleros al fallo y el Unicaja tuvo más que su rival, que logró dar un pequeño sprint justo antes del descanso gracias a Russell, desatado en un tramo de tiros de gran calidad (41-37).
Toda la precipitación y el desacierto del primer tiempo se revertió al comenzar el tercer cuarto, con tres tiros consecutivos anotados que ayudaron al Unicaja a verse ganando de nuevo con el reloj en 5:30. De ahí debía sacar el impulso el Unicaja, aprovechando que el Galatasaray tenía la presión de ganar como fuese, porque una derrota lo dejaba sin opción matemática de estar en los cuartos de final.
Apareció, aunque fugaz, el gen competitivo y la cabeza fría del campeón de Copa, que se puso seis puntos por delante (49-65) para luego no terminar de matar al rival (56-58); el Galatasaray estaba demostrando, una vez más, que es un rival complicado de tumbar, peleón y exigente, más jugando como local.
A ocho del final, un triple de Kabaca devolvió a los turcos a la iniciativa (59-58) y el Unicaja, que enlazó casi cuatro minutos del último cuarto sin anotar, se vio cinco puntos abajo y enredado en otra situación de inferioridad y con la sensación de incomodidad. No se estaba siendo capaz de establecer un plan de juego claro y eficiente, se estaba jugando a lo que quería el Galatasaray.
Con un +7 para el equipo turco y algo menos de cuatro minutos, la situación obligaba a anotar como fuese, y en ese cometido tomó la responsabilidad Darío Brizuela, que llevaba hasta ese momento tan solo cinco puntos y que se puso en 12, pero insistir en sus jugadas individuales fue demasiado previsible y repetitivo para la defensa de Galatasaray.
El partido murió con dos intentos de triple con cuatro abajo de Kalinoski y una pésima gestión de las posesiones finales. El Unicaja deberá ganar al Limoges francés en casa en la próxima jornada para depender de sí mismo en el duelo que les enfrenta al AEK en Atenas, principal perseguidor y que lleva el mismo balance de tres victorias y una derrota.
-Ficha técnica:
72- Galatasaray: (21+20+15+16) Russell (15), McGee (11), Caloiaro (15), Ristic (6), Koksal (6) -quinteto inicial- Ennis (4), Mustafa (0), Agva (2), Kabaca (13), Yildizoglu (0).
67- Unicaja: (16+21+21+9) Carter (10), Kalinoski (7), Barreiro (2), Sima (3), Kravish (7) -quinteto inicial- Díaz (4), Brizuela (12), Ejim (0), Perry (10), Thomas (4), Osetkowski (8) .
Árbitros: Manuel Mazzoni (Italia), Lorenzo Baldini (Italia), Boris Krejic (Eslovenia).
Incidencias: Partido de la cuarta jornada de la segunda fase de la Liga de Campeones FIBA en el Sinan Erdem Arena de Estambul