Zapatero explicó que sólo faltaba ese compromiso para poder dar los pasos definitivos hacia una reordenación del sector, que ya contaba con el marco normativo y los recursos necesarios para llevarla a cabo.
Así, matizó que el proceso de reordenación no sólo depende del Gobierno y del Banco de España –como había dicho antes Rajoy–, sino también de las propias cajas de ahorros y de las CCAA, por lo que negó que el Ejecutivo haya actuado “con lentitud” en este proceso.
El presidente explicó que ambos han convenido en que la culminación de la reforma del sistema financiero es una de las claves para que se recupere la confianza en la economía española y la solvencia de las empresas. Según dijo, hay que actuar sobre el tercio de las cajas de ahorros que tiene que someterse a procesos de fusión y que aún no lo han hecho, razón por lo que se ha acordado “aunar esfuerzos políticos” para acelerarlo. P
ese a ello, quiso manifestar –y le pidió a Rajoy que también lo hiciera– la “fortaleza ejemplar” mostrada durante la crisis por las entidades españolas, que no han necesitado inyecciones directas de capital como en otros países.