La Confederación Hidrográfica avanza en el trasvase para llevar agua superficial a Doñana

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha anunciado que prevé ejecutar el trasvase de agua de la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir, aprobado en 2018, para recuperar el acuífero de la Rocina, que es crucial para el buen estado del espacio natural de Doñana.

El trasvase va a permitir sustituir buena parte de las captaciones de aguas subterráneas que se realizan actualmente en la zona por agua superficial, ha informado la CHG en un comunicado.

En estos momentos, la CHG trabaja en la definición de las infraestructuras necesarias para este trasvase y en la redacción de las bases de los criterios de orden ambiental y social, que permitirán la asignación de los recursos del trasvase a las distintas comunidades de regantes mediante un proceso de concurrencia competitiva.

Estas bases para la asignación de recursos serán elevadas a la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Los trabajos del organismo de cuenca en política de sustitución de aguas subterráneas por superficiales son "imprescindibles" para la recuperación del acuífero, ha subrayado la Confederación.

A los más de 7 hectómetros cúbicos que ya se realizan gracias al trasvase de cuenca del Tinto-Odiel-Piedras a la del Guadalquivir se sumarán los 13 hectómetros de ese trasvase, cuyo estudio de alternativas con un coste de 177.863 euros ya se ha redactado.

Estas asignaciones de recursos hídricos "fueron siempre concebidas para la recuperación ambiental del acuífero de Doñana y estarán limitadas a la sustitución de regadíos con derechos ya acreditados de agua subterránea por superficial", recalca la CHG.

De esta forma "se cumplirá con una ley del trasvase que expresa literalmente que estas aguas en ningún caso podrán destinarse a la creación de nuevos regadíos, ni a la ampliación o modificaciones de las características de los existentes que impliquen un incremento de las superficies de regadío".