Además, les obliga a indemnizar con 700.000 euros a la familia del primero, y con 500.000 a la del segundo.
El tribunal considera culpables a los tres acusados de dos delitos de asesinato terrorista (por los que le impone una pena de 30 años de cárcel por cada uno), 48 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa (penados con 20 años de cárcel cada uno) y un delito de estragos, que incrementa en 20 años más las penas solicitadas, tal y como había solicitado en el juicio el fiscal Daniel Campos.
En su informe de conclusiones finales, el representante del Ministerio Público pidió al tribunal, presidido por el magistrado Alfonso Guevara, que dictara una sentencia condenatoria contra los supuestos responsables de colocar la bomba que "sesgó la vida" de dos personas e "hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que veían que la violencia de ETA podía llegar a su fin". Campos defendió que no hay "ninguna duda" de que Sarasola, Portu y San Sebastián son "los autores de tan execrable crimen", porque hay "una abundante, contundente, independiente y unívica prueba" de su participación".