El Juzgado de Instrucción número nueve de Sevilla, como ha publicado El País, ha solicitado al Ayuntamiento hispalense que informe sobre el grado de protección del ficus centenario de la parroquia de San Jacinto y que le remita "copia integra del expediente de la licencia de tala" solicitada por la parroquia y concedida por el Consistorio, una autorización suspendida judicialmente tras ser recurrida la misma por la vía Contencioso Administrativa.
En un auto emitido el pasado 28 de marzo y avanzado por El País, el Juzgado de Instrucción número nueve aborda los recursos de reforma promovidos por la asociación Animalius y la Fiscalía en adhesión, contra la decisión adoptada el 22 de agosto por este órgano judicial para sobreseer provisionalmente las actuaciones incoadas por la vía Penal a cuenta del comienzo de la tala del emblemático ficus, a instancias de la parroquia en cuyo patio de alza.
El juzgado estima tales recursos, anulando su decisión de archivo provisional y restituyendo las actuaciones, para las cuales reclama al Ayuntamiento de Sevilla "que certifique cuál es el grado de protección del árbol y que remita copia íntegra del expediente instruido en relación a la concesión de la licencia de tala" pedida por la parroquia.
También ordena librar exhorto al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número nueve de Sevilla, para que "remita testimonio" de sus actuaciones, toda vez que dicha instancia accedió en su momento a suspender provisionalmente la tala tras recurrir la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza la licencia de apeo; y ya en septiembre de 2022 suspendió el curso del litigio después de que todas las partes del procedimiento judicial hubiesen "presentado un escrito solicitando la suspensión del proceso, por encontrarse en vías de alcanzar un acuerdo" extrajudicial.
La licencia de tala concedida por el Ayuntamiento hispalense a la parroquia, recordémoslo, fue suspendida de manera cautelar a petición de la Asociación de la Jardinería Andaluza en el marco de este litigio, en un contexto en el que el párroco de San Jacinto alegaba "cinco estudios" que avalan según aseguraba la "necesidad" de la tala a cuenta de las repetidas caídas de ramas, la más grave en marzo de 2021 con seis heridos, tres de ellos hospitalizados; así como la afección de sus raíces a la estructura del propio templo.
Entretanto, los vecinos contrarios a la tala avisaban de un "atentado incomprensible e inadmisible" al patrimonio arbóreo de Sevilla, recordando el carácter emblemático de este ficus y reclamando otras soluciones, toda vez que el árbol fue despojado de toda su copa al ser acordada la suspensión provisional de la licencia cuando la tala ya estaba en marcha.