Un palmarés con un fuerte carácter francés, ya que tres de sus principales premios fueron para esta cinematografía.
Además del de mejor actriz para Binoche por su excelente trabajo en Copie conforme, del iraní Abbas Kiarostami, se quedaron en casa el Gran premio, para Des hommes et des dieux, dirigida por Xavier Beauvois, y el de mejor dirección, para Mathieu Amalric, por su filme Tournée.
Mientras que el de mejor guión fue para el surcoreano Lee Chang-dong, por la película Poetry y el del jurado para la chadiana Un homme qui crie, de Mahamat-Saleh Haroun, el primer filme del África negra en competición en Cannes desde hace 13 años.
Unos premios que demuestran el deseo del jurado de recompensar a cinematografías diferentes, con visiones del mundo y del cine poco habituales y con una perspectiva que el presidente del jurado, Tim Burton, aseguró en rueda de prensa no haber visto “nunca antes”.
El cineasta estadounidense explicó que Weerasethakul se ha llevado el principal premio por Lung Boonmee Raluek Chat (El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas), por una película que sorprendió e impresionó a todo el jurado.
“Nos sorprendió a todos. Es muy diferente. Fue uno de los primeros filmes que vimos y se quedó con nosotros (...) Siempre quieres ser sorprendido por las películas y eso es lo que pasó”, explicó el cineasta estadounidense.
Al respecto, otro de los miembros del jurado, el actor puertorriqueño Benicio del Toro, explicó que lo que más le gustó del filme fue su forma de contar uno de los grandes misterios de la vida, la muerte.
Una Palma de Oro consensuada por el jurado, que sin embargo no se puso de acuerdo en la categoría masculina, lo que les llevó a conceder un premio ex aequo, a Javier Bardem, por Biutiful, y al italiano Elio Germano, por La nostra vita. “Son dos interpretaciones muy diferentes pero increíbles las dos. Fue muy difícil para nosotros decidirnos y por eso se lo dimos a los dos”, explicó Tim Burton.
Un premio que encumbra al italiano Elio Germano y que supone un añadido más a la tremenda carrera de Bardem, tras el Oscar, dos copas Volpi y una lista interminable de galardones internacionales.
Su excelente interpretación de Uxbal, un hombre desesperado y moribundo, en el filme de Alejandro González Iñárritu, le ha valido el aplauso unánime de la crítica en Cannes, donde desde el primer momento encabezó todas las quinielas de cara a los premios.
Lo que también pasó con la francesa Juliette Binoche, que conmovió con Elle en la película de Kiarostami y para quien este premio es un paso más en otra carrera impresionante.
Y más allá de este respaldo a actores ya consolidados, el palmarés de Cannes ha recompensado a películas mucho más arriesgadas dentro de una selección oficial que no pasó de una media bastante mediocre.
Muy aplaudido el premio para el surcoreano Lee Chang-dong por el guión de Poetry, una de las películas más poéticas de esta edición de Cannes, con una soberbia actuación de Yung Junghee.
También el del jurado para la chadiana Un homme qui crie, de Mahamat-Saleh Haroun, un filme con una “conexión política y emocional que transciende más allá” y con una historia universal dentro de su localismo.
“Una tragedia griega que pasa a Chad pero que puede pasar en cualquier parte del mundo”, dijo el compositor Alexandre Desplat, miembro del jurado.
Igualmente bien recibido el Gran Premio para Des hommes et des dieux, dirigida por Xavier Beauvois, y ovaciones para el de mejor dirección, que recayó en el actor Mathieu Amalric por su ópera prima como director, Tournée.
Un palmarés resultado de “un fuerte consenso”, según explicó el realizador español Víctor Erice, que señaló que “es el tiempo el que da la verdadera justicia. El silencio pasa, el cine queda”.
Por otro lado, el filme mexicano Año bisiesto, dirigido por Michael Rowe, ganó el premio Cámara de Oro a la mejor ópera prima con una historia centrada en la complejidad de la psicología humana con un lenguaje cinematográfico sin artificios.
Un premio que ha hecho “extremadamente feliz” al cineasta mexicano, que señaló en rueda de prensa que estaba satisfecho sólo por el hecho de estar en Cannes, donde presentó su película en la sección de la Quincena de Realizadores.
Pero recibir el premio es “fantástico”, dijo Rowe, que compareció ante la prensa acompañado de su compatriota Gael García Bernal, presidente del jurado de la Cámara de Oro.