“En la actualidad continúan las negociaciones, no se considerarán concluidas hasta que no se llegue un acuerdo sobre la forma de adoptar el mismo”, explicó el Ministerio que dirige Miguel Ángel Moratinos en una respuesta parlamentaria al diputado del PP José Ignacio Landaluce.
En su respuesta, el Ejecutivo recuerda que a mediados de octubre del año pasado se celebró en Londres la XI Reunión del Foro de Diálogo sobre Gibraltar, cuyo objetivo principal era comenzar a desarrollar en la práctica las diferentes medidas que, dentro de las áreas de cooperación, fueron decididas en la II Reunión Ministerial de Londres, en julio de 2008, entre ellas, el acuerdo para el intercambio de información fiscal.
A principios del presente mes de mayo, el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, afirmaba que “el texto está pactado y por lo que a Gibraltar concierne, se puede firmar mañana. No queremos que se nos perciba como una amenaza para el Tesoro Público español”.
Hacienda se frota las manos, pero antes debe culminar un acuerdo cuya espinosa negociación arrancó el pasado verano con un gran escollo: el Gobierno exige que Reino Unido se sume al acuerdo. España no reconoce a Gibraltar capacidad para negociar en solitario, ya que desde hace 300 años reivindica la soberanía sobre la Roca. Y firmar a solas un acuerdo internacional con la colonia significaría un paso inédito que sería interpretado como un implícito reconocimiento de soberanía.
“Trabajamos para fortalecer la cooperación en materia fiscal, pero siempre con la defensa de nuestras posiciones”, recordaba un portavoz de Exteriores, matizando que adjuntar un documento que aclare la peculiaridad del territorio, podría ser la solución.