Así lo señala el estudio Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales, presentado ayer y elaborado por la consultora estadounidense IDC a instancias de la Coalición de Creadores de Industrias y Contenidos, cuyo presidente, Aldo Olcese, ha considerado que las cifras suponen “un drama” para el sector cultural.
Por sectores, es la música la más afectada por las descargas ilegales, con una tasa de piratería del 95,6% valorada en 2.291,6 millones de euros, seguida por las películas, con el 83,7% y un valor de 2.382,5 millones de euros.
Le siguen los vídeojuegos, de los que un 52,3% son pirateados, con un valor de 246,2 millones, y los libros, con una tasa del 19,7% y un valor de 200 millones de euros, aunque Olcese ha alertado de que las cifras de piratería en el sector editorial, con la difusión del libro electrónico, son preocupantes y se prevé que se disparen.
Según los datos que manejan las editoriales, un best seller está disponible en versión pirata a las dos semanas de su lanzamiento y comienzan a proliferar los programas que facilitan escanear un libro y convertirlo al formato de los lectores electrónicos.
Mientras, la industria de contenidos digitales generó en ese mismo periodo un volumen de negocio de 1.653 millones de euros, lo que supone que si la música, cine, juegos y libros pirateados hubiesen sido adquiridos de forma legal, el mercado “podría ser tres veces mayor que el actual”, sostiene el informe. Además, a la hora de realizar el estudio se han excluido los consumidores menores de 16 años y mayores de 55, por lo que los datos “reales” pueden ser más graves.