L a Champions League sitúa al Mallorca Palma Futsal en otro nivel. El impacto del hito histórico logrado ha convertido al club en un fenómeno de masas en estos días. Y no es para menos. Nunca un club novato había ganado la Champions League en una final de ensueño. Un acontecimiento que quedará para el recuerdo del deporte español, europeo y mundial. Sus jugadores han hecho historia. Entre ellos, el portuense Eloy Rojas que hoy celebra la victoria- y sus cinco goles- dedicando el trofeo de campeón a una de las dos personas que siempre le han apoyado incondicionalmente; su padre, fallecido hace cinco años. A él, su familia y a su ciudad natal, municipio del que hace gala allá donde va.
Lo primero, ¿cómo te sientes?
–Bien, es diferente. Ser campeón de Europa no es algo que se dice todos los días. Ha sido toda una sorpresa. Es un premio al trabajo y el esfuerzo esta temporada. Todavía, a veces, no me lo creo; aún estoy digiriéndolo. Ha sido una auténtica sorpresa, como jugador es lo máximo a lo que puedes aspirar. Hemos hecho historia. Es la primera vez que un club novato gana la UEFA Champions League. Y es que entrar en la final ya era para nosotros un premio. Era nuestro primer año. Y sin ser un equipo millonario. Pero mira, disfrutando y compartiendo nos lo hemos llevado. Sin duda, una final de ensueño...
¿Cómo viviste el partido?
–Estaba muy nervioso, la noche anterior no dormí nada... Estos partidos se deciden por detalles. Fue emocionante tanto para nosotros como para el espectador.
El partido se alargó bastante...
-Se alargó hasta los penaltis. Oju, si se mos hizo largo... Pero vaya subidón. El VAR anuló un gol a nuestro favor . No sabes como lo celebramos. La sensación indescriptible. Bueno, como si fueras a tomar 10 cervezas con amigos (risas).
La afición se ha volcado con vosotros.
–Así es. En 7 años que llevo aquí no había visto nada igual antes. 6.300 espectadores. La afición se echó a la calle. Celebró la victoria con nosotros. Detrás del autobús semi-descapotable en el que íbamos. Increíble.
¿Qué supone para el club y para ti en particular?
– No hay nada más ‘top’ para un jugador. Para el club supone un caché, ahora todo el mundo mira al Mallorca Palma Futsal. El siguiente reto es ganar la liga, que acaba en dos semanas. Estamos a un punto del Barcelona.
¿Terminas contrato no? ¿Hay ofertas por ahí?
–Sí, termino contrato con el Mallorca y hay aspiraciones con otros clubes.
¿Te gustaría estar más cerca de casa?¿Echas de menos El Puerto de Santa María?
-Sí al final es donde uno nace. Cuando ganas lo echas de menos. Allí fue donde empecé pegando balonazos con apenas 3 años, donde empecé a jugar; en el Poli. Son tantos recuerdos. Siempre me acuerdo de mi tierra. Estoy deseando celebrar la victoria con mis amigos allí, en el Phi Phi, de hecho. Lo dejaré cuando El Puerto me diga que me tengo que retirar. Me hubiera encantado que me hubieran enviado la bandera de El Puerto para la final, la tuve cuando perdí la Supercopa.
¿A quién le has dedicado el título de campeón de Europa?
–A mi padre, falleció hace cinco años. Él junto a mi madre han sido las personas que siempre me han apoyado y acompañado. Al Betis, al Sevilla, a Puerto Real, esperándome hasta las 21.00 horas en los entrenamientos, haciendo viajes...Es para ellos.
¿Cómo te imaginas el futuro? ¿Algún reto u objetivo en mente?
–Ganar el Mundial con España. Es algo en lo que seguimos trabajando. Para mí, lo máximo sería que me convocasen. Sería emotivo que me llamaran para la Selección. Estuve en el internacional sub 21. Pero me encantaría debutar con la absoluta. Ha habido un par de llamadas, espero que sea pronto y no tenga que esperar mucho más (risas). Entreno todos los días para ello. A veces, doble. El esfuerzo merece la pena.
¿Cómo lo has celebrado?
–Nos hemos llevado dos días celebrándolo sin parar. Y seguimos celebrándolo. No es para menos. Del autobús semi-descapotable nos bajamos a la 1.30 horas. Ese día me llevé hasta las 6.30 horas , dormí hasta las 9.30 horas y continuamos.
¿Alguna anécdota?
-No nos hemos lesionado celebrando de milagro. Cuando íbamos en el autobús se nos cayó una rama de un árbol encima y nos caímos dentro del autobús. Hay hasta vídeos y fotos del momento. Fue surrealista. Además, el capitán casi se resbala también. Percances graciosos. Al menos no se cayó la Copa, como le sucedió a Sergio Ramos. Porque no veas, la copa pesa 15 kilos por los menos y es entera de metal (risas).n