A falta de una semana para la celebración de la sesión constitutiva de la nueva Corporación Municipal, se mantiene la incertidumbre sobre quién será el próximo alcalde de Puente Genil, toda vez que PSOE e IU han explorado en los últimos días vías de diálogo para tratar de alcanzar un acuerdo de gobernabilidad en el municipio, algo que, de materializarse, arrebataría la alcaldía al PP de Sergio Velasco, fuerza política más votada en los comicios del 28 de mayo.
Todas las miradas convergen hacia la decisión que pueda adoptar Izquierda Unida que, con cuatro concejales, tiene la llave del gobierno municipal. Jesús David Sánchez ya avanzó a finales de la semana pasada que la decisión de la Asamblea Local de IU, celebrada en la noche del jueves 1 de junio en la sede de la calle Cruz del Estudiante, fue unánime en el sentido de no apoyar una investidura de Esteban Morales, aunque ello no cerraba la puerta a hablar con los socialistas. De hecho, la formación aprobó la constitución de un comité de negociación encargado de elaborar un programa de acuerdos mínimos para Puente Genil, como base programática de cara a todas las negociaciones que pudieran abrirse en este periodo.
“La Asamblea Local de Izquierda Unida mantiene abierto su proceso de reflexión y no cierra la puerta a ninguna posibilidad de cara a la gobernabilidad de la ciudad en los próximos cuatro años, siempre que no cuente con Esteban Morales como alcalde”. Esos fueron los términos del comunicado emitido por Sánchez, que resumía lo hablado, debatido y discutido en el seno de una asamblea de unas tres horas de duración que contó con una amplia presencia de militantes.
Fijada esa línea roja, el interés estaba en el siguiente movimiento, y ese llevaba a conocer la respuesta del PSOE, que llegó tras la asamblea de la Agrupación Local celebrada el lunes 5 de junio en la sede de la calle Fernán-Pérez. A su término, los socialistas admitieron haber abierto conversaciones para explorar la posibilidad de alcanzar un acuerdo de gobierno con IU en el Ayuntamiento, pero rechazaron el veto de la formación a su candidato, Esteban Morales, para ser investido como alcalde en la sesión constitutiva del próximo 17 de junio. “Se han iniciado esas conversaciones con IU para afrontar un posible gobierno de las fuerzas de izquierdas, y se ha constituido una comisión negociadora en la que los representantes de PSOE e Izquierda Unida ya están trabajando en aras de establecer coincidencias programáticas que desemboquen en ese acuerdo de gobernabilidad”, informó Morales.
La condición ‘llave’ fijada por IU de no apoyar una investidura de Morales, abría el abanico de las alternativas, y eso también ha situado en el foco mediático a Ana Carrillo, número dos en la candidatura socialista, a quien IU sí podría hacer alcaldesa en caso de materializar ese acuerdo,aunque en todo caso, desde fuentes socialistas,también se dejó entrever que un hipotético pacto con Izquierda Unida no se produciría “a cualquier precio”,dado que en esa negociación el PSOE querría hacer valer su fuerza de partido con siete concejales frente a los cuatro de IU.
Estando así las cosas, y horas después de las declaraciones realizadas por el actual alcalde, el PSOE volvió a lanzar un comunicado en el que anunciaba que Esteban Morales sería su candidato en la sesión de investidura “ante los inamovibles vetos personales que Izquierda Unida impone para negociar sobre programas y políticas progresistas”.
“Ante el veto a tres personas que pretende imponer Izquierda Unida, como son al candidato y alcalde en funciones, Esteban Morales; al número tres de la candidatura y portavoz del gobierno municipal, José Antonio Gómez; y al jefe de gabinete de Alcaldía, José Ángel Cerezo; el PSOE recuerda que son sus órganos internos, Asamblea, Comisión Ejecutiva y grupo municipal quienes designan a sus representantes y no otros partidos ajenos”, indicó el PSOE en su nota de prensa, añadiendo que “Izquierda Unida tiene en su mano decidir si la derecha gobernará Puente Genil en la próxima legislatura o permite un gobierno progresista para que la localidad continúe avanzando”.
Con este panorama, no parece fácil que cristalice el entendimiento entre ambos partidos con tan sólo una semana por delante para llegar a un acuerdo. Si las conversaciones fructificasen, sería la militancia de ambos partidos la que tendría que ratificar el hipotético acuerdo por separado; y, si no se materializara el mismo, ambos siempre pueden responsabilizar al otro de no haber querido dar el paso definitivo para llegar al acuerdo de gobierno, todo ello ante la atenta mirada de un SergioVelasco, que observa todos los acontecimientos al detalle.