La singularidad de las elecciones presidenciales de hoy radica en que su convocatoria ha sido anticipada por la muerte del jefe del Estado Lech Kaczynski, y su hermano gemelo, Jaroslaw, se presenta como candidato a sucederle en el cargo y principal rival de Komorowski.
Lech Kaczynski perdió la vida el pasado 10 de abril en un accidente aéreo en Smolensk (Rusia), en el que también fallecieron las 95 personas que formaban su séquito, incluida su esposa María.
Según los sondeos, estos comicios no acaban de movilizar a los más de 30 millones de polacos llamados a votar, y hoy se espera una elevada abstención.
Los sociólogos opinan que la partición real puede ser aún más baja, ya que las inundaciones de las últimas semanas, la cercanía del verano y el pesimismo.