El anuncio fue hecho por medio de la televisión unos días después de que el supersticioso caudillo del régimen, el general Than Shwe, celebrara en Naypyitaw, la nueva capital, una fiesta para recibir a un elefante blanco, cuya reciente captura fue interpretada por la junta como una señal de buen augurio.
“El elefante blanco es símbolo de poder y justicia. El país que posee uno está libre de peligros”, destacó en su portada el diario oficial Nueva Luz de Myanmar.
Los vaticinios sobre los resultados electorales son diferentes para los gobiernos occidentales, Naciones Unidas y los activistas demócratas de este país, que consideran que el proceso electoral persigue consolidar en el poder a los militares que desde hace medio siglo sojuzgan Birmania.