Esta medida ha sido anunciada como consecuencia de que en los últimos días, las agentes policiales destacadas en la frontera de Melilla con Marruecos han sido objeto de diversos ataques por parte de ciudadanos marroquíes.
El colectivo policial aseguró que llevará a cabo estas movilizaciones si el Ministerio del Interior “no da un golpe de mano” en este asunto, que ha generado una gran polémica por las burlas a las que se han visto sometidas las agentes policiales.
Así lo confirmó ayer el secretario general de la CEP en Andalucía Occidental, Fernando Ramón Calderón, quien aclaró que la celebración de concentraciones ha sido una decisión adoptada este lunes por el comité ejecutivo de dicho sindicato, y que está al margen de las posibles “medidas penales” que puedan emprender al respecto.
Estas concentraciones se celebrarán, no obstante, si el Gobierno “no toma cartas en el asunto”, por lo que antes de llevarlas a cabo esperarán a conocer el resultado de la visita que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tiene previsto realizar en próximas fechas a Melilla, una visita que Calderón ve “muy bien”, pero, “por cuestiones políticas”, no espera que sirva para zanjar la cuestión.
Calderón explicó asimismo que en dichas concentraciones tienen previsto repartir octavillas “educadas y ajustadas a Derecho”, escritas tanto en castellano como en árabe, para aclarar que “en España, el hombre y la mujer son iguales”, y que “cualquier ataque hacia uno de los asociados es un ataque a uno de nosotros”.
Asimismo, quiso mostrar su solidaridad con sus compañeras, que “no pueden ser vejadas y cuyos derechos no pueden ser menoscabados”, según recalcó Calderón, quien también quiso dejar claro que con estas medidas quieren evitar el “peligro” que supone para ellas, que trabajan en la vía pública, la aparición de “brotes machistas”.
En este sentido, concluyó que, si no se ataja esta situación, “podría darse un efecto dominó y repercutir en las condiciones laborales de la Policía”.
Burlas
La situación se generó el pasado jueves, cuando el Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció la aparición en la frontera de Beni-Enzar entre Melilla y Marruecos de varios carteles con fotomontajes “denigrantes” contra funcionarias del Cuerpo Nacional de Policía que prestan servicio en el paso fronterizo.
El secretario general del SUP en Melilla, Julián Millán, denunció estos hechos “injustos” contra las agentes y avanzó que el sindicato presentaría un escrito ante la Jefatura Superior de Policía, el tercero en sólo una semana, pidiendo que ponga estos hechos en conocimiento de las autoridades españolas.
La situación se repitió en la noche del pasado sábado, cuando los mismos activistas marroquíes colocaron un nuevo fotomontaje contra policías españoles en la frontera de Beni-enzar, asegurando que pretenden frenar las supuestas agresiones contra ciudadanos marroquíes en esa zona.
“La Policía Nacional nos robó los otros carteles que pusimos y por eso hemos hecho uno más grande, con un total de once mujeres policía, para decirle a esas mujeres que frenen las agresiones”, explicó el presidente de la Coordinadora de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos (CSCNM), Munaim Shauki. Fuentes policiales sostienen que los activistas retiraron los carteles del fotomontaje anterior para colocar tres copias del nuevo.
La nueva pancarta, de un metro de largo, es más grande que las que fueron colocadas en la frontera el viernes, en las que aparecían nueve mujeres policía y un agente sobre un fondo de discoteca y dos manos rojas teñidas de sangre.En el nuevo fotomontaje se han empleado las mismas imágenes de los policías españoles, pero en esta ocasión aparecen sobre un vertedero de basuras, con las manos teñidas de sangre, y la palabra “Frontera”.
“Respetamos a esas mujeres y no tenemos nada en su contra, pero la mayoría de las agresiones han sido iniciadas por ellas. Ellas son las que tiran la primera piedra y ahora nosotros respondemos”, indicó Shauki, uno de los activistas marroquíes.