España participa con unos 1.500 militares en la misión en Afganistán desde enero de 2002 dentro de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia (ISAF), actualmente integrada por unos 64.500 efectivos de 42 países.
Actualmente el contingente español dirige la Base de Apoyo Avanzada (FSB) en Herat y el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qala i Naw, en la provincia de Badghis, en el oeste del país.
El Cuartel General de Mando Regional de Herat, liderado por Italia, y el Cuartel General de ISAF en Kabul también cuentan con personal español.
Los primeros militares llegaron a Afganistán a finales de enero de 2002, después de que el Consejo de Ministros aprobara el envío de un máximo de 485 soldados de los Ejércitos de Aire y Tierra el 27 de diciembre de 2001.
El número se mantuvo hasta enero de 2003, fecha en la que se produjo una reducción, quedando básicamente la unidad de ingenieros y otra de apoyo al despliegue aéreo, con un total de 130 efectivos.
El 2 de julio de 2004 el Gobierno decidió aumentar el número de tropas españolas hasta un máximo de 540 efectivos para atender un hospital de campaña en Kabul. Además de este contingente estable, España incrementó sus tropas para apoyar la seguridad en las elecciones presidenciales de 2004 y en las legislativas de 2005.
En ambos casos desplegó un batallón de 500 soldados por un máximo de noventa días, con lo que llegó a tener en esos periodos hasta 1.040 efectivos en el país.
Un total de 92 personas han perdido la vida en la misión de España en Afganistán, 79 de ellos en accidentes aéreos (62 en el Yak-42 y 17 en el helicóptero Cougar).
El primer ataque mortal contra las tropas españolas se produjo el 8 de julio de 2006 en la provincia de Farah, cuando la explosión de un artefacto activado a distancia mató al soldado de origen peruano Jorge Arnaldo Hernández.
El último se registró el pasado 25 de agosto en un atentado en el que resultaron asesinados dos guardias civiles y su traductor en la base de Qala e Naw.