El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, ha dado a conocer hoy los datos de la denominada "Operación Berria", iniciada en julio de 2009 en colaboración con la dirección del centro penitenciario, y de la que ha destacado la "complejidad" en su desarticulación y el número de personas detenidas, tanto presos como familiares y colaboradores que facilitaban la droga del exterior.
Ibáñez ha explicado que los internos actuaban dentro de El Dueso en pequeños grupos, dirigidos por un "cabecilla", que se ocupaba de obtener la droga, distribuirla entre los vendedores (también presos) y que facilitaba a los compradores los códigos postales o las cuentas donde debían transferir el dinero.
"Nunca se había actuado con tanta profundidad y tanto mirar hacia atrás", ha asegurado el delegado del Gobierno y ha explicado que los "cabecillas" de la red, que dirigían grupos independientes dentro de la cárcel, utilizaban a familiares y amigos para que buscaran a terceras personas que se ocupaban de abrir las cuentas bancarias en las que los presos que compraban la droga hacían la transferencia.
En la prisión de El Dueso, la Guardia Civil ha detenido a 15 internos y otros tres estaban en las cárceles de León, Dueñas (Palencia) y Valladolid, aunque se les acusa de estar relacionados con el tráfico de drogas en el centro penitenciario cántabro, según ha explicado su director, Carlos Fonfría.
El responsable de la prisión de El Dueso ha añadido que estos tres presos fueron trasladados a otras cárceles por diferentes motivos y se desconoce si en esos centros seguían traficando con drogas, aunque Fonfría ha insistido en la "dificultad" de saber si entran estupefacientes en las prisiones, porque la mayoría de la gente lleva la droga en su cuerpo, "en el recto o la vagina".
De hecho, así entraba la droga en El Dueso, la mayoría en el cuerpo de los familiares o en permisos de los reclusos, pero también algunos colaboradores de esta red tiraban los estupefacientes por encima de los muros de la cárcel, una práctica que llevó a la Guardia Civil a iniciar la "Operación Berria", ha explicado el teniente responsable del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga del Instituto Armado en Cantabria, Luis Miguel Cerrada.
Sin embargo, Cerrada ha reiterado que la mayoría de la droga llegaba a El Dueso en los permisos de los internos y los "vis a vis".
Así, según ha explicado Fonfría, es "difícil" de localizar la droga, a no ser que se realice una radiografía al interno.
El delegado del Gobierno ha considerado que lo "importante" de esta operación no ha sido la cantidad de droga incautada o el dinero de ésta en el mercado, unas 1.000 dosis y unos 50.000 euros localizados en 208 giros postales y 143 transferencias bancarias, sino lo que supone de "daño" para los presos este tipo de redes.
De los colaboradores, que se ocupaban de obtener la droga e introducirla en el interior, la mayoría son de Cantabria, aunque hay dos personas de Cádiz y Las Palmas y, de ellas, ocho permanecen en prisión y el resto tienen que declarar ante el juez cada quince días o están en libertad con cargos.