El arresto fue practicado por agentes de la Guardia Civil que certificaron in situ que la mujer, también de nacionalidad marroquí, no ha salido de casa durante ese tiempo y que vivía en condiciones infrahumanas.
La Guardia Civil considera responsable a este joven de delitos de detención ilegal y malos tratos en el ámbito familiar por continuas amenazas, humillaciones e insultos a su cónyuge.