Según informa la agencia ADN-Kronos, Berlusconi ha recibido ya una invitación a comparecer ante la fiscalía, que considera al primer ministro y a los demás investigados sospechosos de un delito de fraude fiscal en relación con los balances de la empresa RTI, controlada por Mediaset y con sede en Roma, entre los años 2003 y 2004.
Al parecer, la investigación que están llevando a cabo la fiscal romana, Barbara Sargenti, y su adjunto Pier Filippo Laviani, se basa en una cartas remitidas por los magistrados milaneses al cargo de la investigación sobre la compraventa de derechos televisivos por parte de Mediaset.
El proceso de Milán, en el que Berlusconi está imputado por fraude fiscal y apropiación indebida, está suspendido a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la validez de la ley sobre el legítimo impedimento que aprobó el Ejecutivo con el fin de impedir que los altos cargos puedan ser juzgados.