En una sucesión cronológica y en secuencia casi fílmica, los cuadros de Rubens y su taller que se conservan en el Prado han sido colgados uno junto al otro, de forma que recuerda a la continuidad de la obra en los antiguos gabinetes, invitando al visitante a sumergirse en el universo del pintor del que se reivindica su talento y su fuerza.
El inicio de las obras de acondicionamiento de las salas del museo donde se muestra la obra del artista ha permitido organizar esta exhibición de pintura que ha coincido en el tiempo con la presentación del documental Rubens. El espectáculo de la vida.
Realizado por Miguel Ángel Trujillo bajo la dirección científica de Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Prado, el documental ofrece un acercamiento a la carrera artística y a la obra pictórica de Rubens.
La importante colección que el Prado conserva del pintor flamenco no se entiende “sin la elevada pasión monárquica por la obra del autor de obras que hablan de vida, muerte, amor, pasión”, comentó el director del museo, Miguel Zugaza, para quien el montaje planteado por Vergara introduce al visitante en un mundo mítico
que hoy nos cuesta reconocer.
La sucesión de las noventa pinturas, veinte de las cuales llevan una década sin mostrarse al público, “sitúa al espectador andando sobre una cuerda floja, solo ante Rubens. Este especial montaje es un reto para el museo pero queremos que lo sea también para el visitante”, en su voluntad por actualizar el interés por Rubens.
Los cuadros han sido colgados con la intención “de mirar de forma diferente” la obra del artista flamenco.