El anuncio realizado por el alcalde de Cádiz, Bruno García, de que la ciudad contará con espacio reservado en la playa para perros este verano genera reacciones contrarias en el seno de Ecologistas en Acción.
Fuentes de la organización apuntan que, si bien, consideran “adecuada” la decisión, la ubicación de la misma “es un peligro serio para los chorlitejos patinegros”, que cría en el sistema dunar de esa zona.
Cabe recordar que, de acuerdo a la información facilitada por el primer edil el pasado viernes, tras la Junta de Gobierno Local, la playa canina se situará delante de las instalaciones marítimas de Torregorda, con un colchó de 40 metros, y dos tramos diferenciados: una de 340 metros, en la que estará permitida la presencia de perros, pero siempre que usen correa; otra, de 125 metros, debidamente acotada con un vallado, donde los perros podrán estar sueltos.
Gloria de la Torre, portavoz de la plataforma ciudadana Playas Dog Friendly Cádiz resta importancia a un eventual impacto medioambiental porque “la playa estará acotada”, de modo que protege el entorno.
Para De la Torre, el problema estriba en la lejanía del espacio habilitado. “Estamos en conversaciones con el concejal de Playas, José Carlos Teruel”, de quien destacan su accesibilidad, para estudiar alternativas que faciliten la movilidad. “Quizá, que se pueda llegar con una línea específica de autobús”, propone.
Por otro lado, la portavoz del movimiento ciudadano considera que destinar una zona del litoral “es insuficiente”, dado que sus demandas son más ambiciosas. “Planteamos que se permitan perros con horarios determinados durante la temporada estival”, explica, como lograron en su momento en temporada baja. Cabe recordar que, desde marzo de 2022, el Ayuntamiento permite mascotas en las playas entre octubre y Semana Santa.
