La reedición del libro ha estado motivada, básicamente, por la demanda de ejemplares que durante años ha llegado a Publicaciones del Sur Editores, ya que mientras estuvo en venta la primera edición fue también uno de los regalos elegidos en fechas determinadas.
No en vano, San Fernando. Evocación de un siglo, es lo mismo que tener en cada casa lo mejor del Archivo Fotográfico Quijano, una selección muy elaborada de lo que fue la ciudad durante el siglo XX y posiblemente el mejor exponente de edificios y costumbres que se perdieron pero que permanecen en las más de 450 páginas de la edición.
Tres generaciones
Y es que aunque Joaquín Quijano Párraga fue el encargado de darle forma a este testimonio principal de la historia de la ciudad, la obra fotográfica que se recoge en ella corresponde al trabajo de tres generaciones. La de Quijano Párraga y las de Manuel Quijano López, iniciador de la dinastía de grandes fotógrafos y fundador de la firma comercial Fotografía Quijano, al que siguieron los dos hermanos Quijano Gómez, Antonio y Juan, quienes se compenetraban totalmente en lo que era entonces la fotografía y cuyos resultados dejan pasmados a los aficionados actuales por su sobresaliente acabado.
Y es que mientras Antonio era el fotógrafo puro, Juan, quien había estudiado Bellas Artes, se encargaba del retoque de las fotos y de lo que fue el precursor de la fotografía en color, el “iluminado” de las instantáneas en blanco y negro.
El ‘milagro’ de Quijano Párraga fue completar el ciclo y unir las fotos de sus antepasados y las suyas propias en un hilo argumental que propicia el conocimiento pormenorizado de la ciudad durante cien años. Algo de lo que no pueden disfrutar muchas y grandes ciudades.