El incendio estaba muy activo cuando llegaron los Bomberos. Se había desprendido el techo de uralita de la nave y la acumulación de calorías en este material dificultó la intervención. En total, fueron 1.200 metros cuadrados de superficie afectada.
Las llamas atacaron desde tres frentes, por lo que los Bomberos tuvieron que levantar las placas y refrescar continuamente para evitar que se reavivaran las llamas. En la intervención actuaron doce bomberos, seis vehículos y 36.000 litros de agua.
El servicio de Bomberos comenzó a las 15.52 horas con la llamada a la Sala de Emergencias del 085. Hasta el lugar se desplazaron doce bomberos de los parques de San Roque y La Línea con seis vehículos. Cuando llegaron, el fuero era muy intenso y se había desplomado por completo el techo de uralita.
Dotados de equipos de respiración, los efectivos se organizaron en tres frentes para la extinción; uno exterior y dos interiores. En primer lugar, rebajaron la carga de calor, acumulada en el techo de uralita desde fuera.
Una vez reducidas las llamas y controlado el incendio, comenzó la extinción desde dentro. Poco a poco, levantaron las placas del techo y refrescaron. La nave, dividida en dos partes, consta de dos plantas en la parte frontal y un almacén en la parte trasera.
Una sala de exposiciones -de unos cien metros cuadrados, ubicada en la parte delantera, fue la única zona no afectada por las llamas. El resto del local contenía material de saneamiento (lavabos, bañeras, tubos de pvc, sacos de yeso). El techo de uralita y el material aislante resultaron muy afectados por el fuego.
Al cierre de esta edición, habían sido necesarios 36.000 litros de agua en la extinción. El fuego, de importantes dimensiones, estaba ya controlado, pero las tareas de extinción y refresco se preveían hasta altas horas de la madrugada.
Se desconoce el origen del fuego, aunque sí se sabe que la nave de la empresa Vázquez de la Chica estaba siendo desmantelada por parte de sus propietarios.
