La nueva Dulcypan ha sido durante estos diez felices años, y continúa siéndolo, más que una de tantas cafeterías, idóneo y dulce lugar de encuentro, tertulia y celebración social y familiar de centenares de hombres, mujeres y niños. Incluso los foráneos que tienen el privilegio de gozar de sus merecidas vacaciones en Torremolinos descubren aquí un placentero rincón de su propia casa, debido al trato afable del personal. Esa afabilidad la hallan a diario cuantos se acercan a disfrutar de un excelente desayuno, de un tentador aperitivo o de una deliciosa merienda, solos o en compañía. Realmente Dulcypan es, a la vez que pública dependencia hostelera, genuino círculo de amistades y familias, y ameno lugar de conversación y fomento de las relaciones humanas.
El grandioso aunque acogedor espacio de la Cafetería protagoniza además, a lo largo del año, los mil y un eventos propios del ciudadano: celebraciones de cumpleaños, onomásticas, bautizos, comuniones, pequeñas bodas, reuniones de negocios, comidas de empresa… Pero el alma y el éxito del servicio no está en la simple función de atender las esporádicas celebraciones sociales, por muy cálidas que sean. La gracia reside en mantener cotidianamente viva la chispa de la comunicación y la amistad en el corazón del cliente y hacer que se sienta en el más grato de los ambientes. Como lo hace la nueva Dulcypan en su décimo aniversario.