El pleno celebrado en esta localidad madrileña de unos 40.000 habitantes, al que acudieron unas 300 personas a pesar de que el aforo de la sala es de 180, estuvo cargado de tensión por las pitadas e insultos que los militantes del PP profirieron a los firmantes de la moción, a los que han gritado descalificaciones como “judas”, “delincuentes” y “drogadictos”.
La alcaldesa saliente, Miriam Rabaneda, del PP, dijo que esta moción que la ha desbancado del cargo “es una tropelía ilegal y, a todas luces, inmoral”.
Por su parte, el nuevo regidor, Juan José Martín, explicó que los motivos de la moción de censura que ayer se presentó “se deben a la soberbia, prepotencia y falta de estabilidad que el PP ha mostrado durante su año y medio al frente del gobierno”.
Entre los asistentes a esta tensa sesión destacan los secretarios regionales del PP y del Partido Socialista de Madrid (PSM), Francisco Granados y Tomás Gómez, respectivamente.
Ante los altercados acaecidos durante el pleno, Gómez pidió la dimisión de Granados “por haber alentado esta situación con una actitud antidemocrática y salvaje de los militantes del PP contra los socialistas”.