El Colectivo Ronda informaba este miércoles de que el trabajador J.M.G. trabajaba en Doga, que se dedica a la fabricación de accesorios y componentes de vehículos, desde el año 1996 con una categoría de prensista y realizaba su actividad en la sección de estampación.
En esta área estaba en contacto diario con diferentes tipos de aceites y lubricantes tóxicos, lo que le causó graves problemas de salud por la exposición prolongada, por inhalación y absorción a través de la piel de estos productos.
La sentencia tiene en cuenta un informe de la Inspección de Trabajo, que constata la utilización en la empresa de un producto especialmente peligroso, el denominado Ultralub EV 20 S, cuyo componente principal es un destilado del petróleo y que ha sido etiquetado como cancerígeno.
Además, la Inspección de Trabajo, en su extenso informe, indica que si bien existe un sistema de ventilación en la nave "no tiene en cuenta la presencia de elementos químicos tóxicos, nocivos o irritantes, cuando el riesgo de exposición a los aceites utilizados fue calificado por la propia empresa como grave".
Añade también la sentencia que, "pese al conocimiento empresarial del carácter nocivo de los productos y de la manifiesta sensibilidad del trabajador, éste realizaba su actividad en prensa utilizando guantes que no impedían el contacto con el producto, pues quedaban impregnados produciéndose roturas".
El diagnóstico de Sensibilización Química Múltiple fue establecido por el Servicio de Neumología del Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona, que confirmó la Unidad de Salud Laboral Costa de Ponent y por el servicio de medicina interna del Hospital Clínico, que apreció además Síndrome de Fatiga Crónica.
Contra esta sentencia puede interponerse recurso de suplica ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
El Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple es una enfermedad grave y de carácter permanente provocada por la exposición continuada a agentes tóxicos que, según estudios recientes, puede llegar a afectar a un 12% de la población, lo que en España supone 5,5 millones de personas afectadas en algún grado.
Precisamente, el próximo día 13 de este mes una delegación española de expertos en prevención de riesgos laborales y asociaciones de enfermos de este síndrome se reunirán con la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud, con sede en Ginebra (Suiza), para pedir el reconocimiento oficial de las enfermedades asociadas a intoxicaciones ambientales y su inclusión en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), según informaba este miércoles el Colectivo Ronda.