Con esas palabras se dirigió al público y a los medios de comunicación el alcalde de Sevilla en funciones, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien ha destacado el interés de Cayetana de Alba por la conservación del Patrimonio de una ciudad "única", y a la que la duquesa, ha comparado con Venecia por su belleza.
Arropada por la mayoría de sus hijos y amigos habituales, como el torero Curro Romero y los diseñadores Victorio & Lucchino, la duquesa ha agradecido el regalo, una estatua de bronce, obra del escultor Sebastián Santos Calero fruto de la iniciativa de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
En su intervención, Cayetana de Alba ha definido a Sevilla como "la ciudad más maravillosa del mundo", un lugar del que se enamoró desde el primer momento en el que la conoció, ha precisado.
Ha destacado "los rincones maravillosos" que florecen por toda la ciudad y ha pedido al alcalde electo, Juan Ignacio Zoido, también presente en el acto, que conserve "el aire y estilo de Sevilla".
Este homenaje quiere devolver el amor que la Duquesa le ha dado a la ciudad, que "la siente como su mejor embajadora" y por ello quiere que esté presente en ese lugar, "entre la Giralda y el Guadalquivir", ha expresado la presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, Isabel de León.