A simple vista se puede observar un resquebrajamiento de la estructura. El movimiento producido por las severas obras del aparcamiento provocó que se rajaran las esquinas de los bloques de viviendas e incluso cayeron cascotes debido a un terremoto que se produjo en 2009.
Concepción Sánchez, portavoz de los vecinos afectados, considera que el riesgo de que se produzca un siniestro es alto y pide que las autoridades hagan algo al respecto. “El Ayuntamiento nos confirma su nula voluntad para resolver el problema, buscamos una solución para el conflicto”, explica a Europa Press.
Desde Movilidad del Ayuntamiento hispalense, ha asegurado a Viva Sevilla que el problema debe ser resuelto por la empresa a la que fue otorgada la licencia para la construcción.
También confirma que “no hay ninguna posibilidad de derrumbe” y respecto al movimiento que los afectados por las obras aseguran sentir, afirma que “los informes técnicos no avalan las declaraciones del vecindario”.
La estructura de los cuartos de baño de algunos domicilios se ha visto afectada y el alicatado sufre numerosos desperfectos que provocan la inseguridad del vecindario.
La dilatación del edificio va aumentando y además se ha tenido que proceder a la repararación de las terrazas de la Ronda de Triana con el dinero del bolsillo de los propios afectados por las obras.