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Viernes 22/11/2024
 

Conil

La tensa espera de un vecino de Conil que en dos semanas podría ver cómo derriban su casa

“La esperanza es lo último que pierde, pero se me agota el plazo”. David Sánchez, un vecino de Conil que tendrá que derribar su vivienda antes de final de mes

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  • David Sánchez.
  • "Llegó la Policía Local, me multó y me dijo que continuara con las obras, que era solo un trámite al igual que se hace con el resto de viviendas"

David Sánchez y María del Mar Villara viven pendiente del recurso que han presentado para que prorroguen la orden de derribo de la que es su única casa. Si no prospera, la demolición tendría que efectuarse entre el 15 y el 30 de este mes de noviembre… El recurso, bajo el argumento de tener más tiempo para vaciar su vivienda y trasladar todos sus enseres, es prácticamente la penúltima bala aunque “la esperanza nunca se pierde”. De hecho, este domingo, 10 de noviembre, hay convocada una manifestación de apoyo a esta familia en la que se pedirá a los órganos judiciales y administrativos que no ejecuten la sentencia de derribo que pesa sobre la vivienda.

A los concejales les pido que trabajen, que no miren para otro lado porque saben que es algo totalmente injusto… les pido que se muevan porque creo que tienen el poder de hacer algo, como el caso de Antonio Aragón (concejal, primer teniente de Alcaldesa y diputado provincial por el PP), quien deberí

Una sentencia emitida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Cádiz y que al no ser atendida, se trasladó a la Junta de Andalucía para que se haga cargo del derribo, tal y como se le comunicó a través de una notificación entregada por el Seprona, Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Pero su pesadilla no comenzó con esa notificación, su pesadilla se remonta diez años atrás cuando supo que su expediente había sido enviado desde el Ayuntamiento a la Fiscalía, cuando supo que su caso era uno de los pocos que no se quedaban en más que una multa por construcción ilegal como les ha ocurrido a la gran mayoría de los propietarios de las siete mil edificaciones irregulares que desde hace décadas han proliferado en el término municipal de Conil… cuando supo que “era uno de los cabezas de turco”.

 

El patio de la casa de sus padres             

En 2012 David decidió usar el patio colindante con la casa de sus padres, en el carril de Los Mirlos, número 6, para comenzar a construirse su vivienda… En aquellos años Conil ya era un referente turístico y los precios estaban por las nubes, mientras que la crisis económica hacía estragos en la clase trabajadora. Además, construirse una casa en el diseminado no era algo extraño o único o especial… era una práctica más que generalizada, sobre todo en una zona cercana a la antigua carretera Nacional 340, con numerosas construcciones ya en pie como la de sus propios padres y sin contar con una protección especial.

“No me hice la casa en un terreno, me la hice en el patio de la casa de mis padres”, puntualiza David Sánchez… Al año de iniciarse la construcción “llegó la Policía Local, me multó y me dijo que continuara con las obras, que era solo un trámite al igual que se hace con el resto de las siete mil viviendas que hay en El Colorado”. Y aquí es importante señalar que no se precintó la obra… Cuestión que sí se lleva a cabo ahora en las inspecciones de la Junta.

David pagó la multa al Ayuntamiento, de unos 4.800 euros… una multa que infinidad de testimonios afirman que era “como una especie de licencia de obra… te decían pagas la multa y listo”… pero en 2014 “comenzó mi lucha” cuando recibe una carta de los juzgados con la Fiscalía como remitente… Carta que puso en manos de su abogado y que inició un periplo largo, costoso y angustioso de recursos y más recursos. Y eso que “cuando hablaba con el Ayuntamiento, el concejal de Urbanismo me decía que se iba a solucionar, que no iba a pasar nada… y mira ahora, tengo que derribar mi casa e irme a la calle con mi familia”.

Cada recurso, cada documento, cada consulta con el abogado, cada acción, además de generar una desazón y un cansancio, un desgaste mental inimaginable, también conllevaba un gasto al que se le unió la obtención del famoso AFO (Asimilado Fuera de Ordenación) en 2021… “entre una cosa y otra, además del coste de la vivienda, llevo gastados 22.000 euros”… y lo peor es que el AFO, esa figura urbanística que se ‘vende’ como solución mágica para regularizar este tipo de viviendas, a David no le ha servido de nada… “Se lo presenté al juez pero no le dio ninguna validez”.

 

El Sentido Común

Como tampoco tiene validez el sentido común… Si uno se acerca a su casa, comprobará sin ningún tipo de dudas, que está rodeada por decenas de construcciones, desde viviendas a naves… con torretas eléctricas, arquetas de Endesa… De hecho, David paga su “IBI, su contribución, su luz…”. Y claro, uno se pregunta en qué ayuda la demolición de este hogar en la lucha contra el urbanismo ilegal.

La respuesta es en nada, lo único que causa es sufrimiento. Derribar la casa de David y María del Mar, dejando a un menor sin una casa, no soluciona nada de nada… Porque es una casa entre siete mil y no juzgado ni administración pública que se atreva a demoler siete mil viviendas si lo que se pretende es restaurar la legalidad urbanística y devolver las parcelas a su estado original marcado por el plan de ordenación urbanístico vigente en su momento.

Pero sigamos. “Estoy rodeado de casas y que yo sepa, de mi carril, el único que fue a Fiscalía fui yo… Y es que la mayoría pagaba la multa y ahí se quedaba todo, pero en mi caso, el edil de Urbanismo sí envió mi expediente”, ¿por qué? “Pues me gustaría saber la respuesta pero esa pregunta solo la puede responder el concejal de aquella época… y sé que no me va a solucionar nada saber la respuesta, pero sé que si se llegan a enviar todos los expedientes, los siete mil, la cosa cambia y mucho”.

En su opinión, “creo que el concejal pensó en mandar ‘X’ expedientes a la Fiscalía para callar bocas y al que le tocó, pues le tocó… fuimos cabezas de turco pero no tuvieron en cuenta la situación de cada familia, dónde estaba la casa, si era vivienda de primera ocupación. Y esta es mi única casa, no tengo nada más, soy un currante… me es indiferente si hay quienes tienen quince para alquiler, pero yo me voy a la calle por algo que considero una enorme injusticia. Mi iré a la calle mientras veo miles de casas construidas alrededor”.

Con el tiempo, David se unió a la PAVIC, la plataforma de afectados, compuesta por otros cabezas de turco en igual situación e incluso en peor situación… Pero todavía hay quien vive esa odisea de forma individual, “aunque cuando surge un caso como el mío vemos que salen otros vecinos que se unen. Aún así, hay quienes lo viven con temor, no quieren dar la cara porque quizás piensen que si se esconden les irá mejor, pero es un error”.

 

A los políticos le pide que “trabajen”

Todas las fuerzas políticas locales les muestran su apoyo, sobre todo cuando se acercan las elecciones municipales… son muchos votos, sí, pero en realidad saben que es un problema que va más a allá de las siglas políticas. “A los concejales, a los políticos, les pido que trabajen, que no miren para otro lado porque saben que es algo totalmente injusto… les pido que se muevan porque creo que tienen el poder de hacer algo, como el caso de Antonio Aragón (concejal, primer teniente de Alcaldesa y diputado provincial por el PP), quien debería hablar con la Junta y acudir a dónde tenga que acudir para ofrecernos una salida”…

...No se construyen siete mil viviendas sin que nadie se dé cuenta, de ahí que la solución debe ser política y legislativa a través de nuevos ordenamientos urbanísticos y modificaciones de los documentos de planeación, así como cambios sustanciales en la legislación que vayan más lejos y sean más valientes que la LISTA, la cual mejoró a la anterior ley de suelo andaluza pero visto lo visto, se quedó corta… Hablamos de 300.000 viviendas irregulares en toda Andalucía. Quienes construyeron tienen responsabilidad (multas, pago de AFO, pago en los procesos de urbanización y llegada de suministros), pero también existe una responsabilidad en las administraciones que miraron hacia otro lado.

 

Esperanza y apoyo

Aunque ha pedido que se amplíe el plazo para la demolición y así poder desalojar la casa y aunque “la esperanza es lo último que se pierde, sé que se me agota el plazo… Sé que me tendré que ir a la calle, quizás a casa de mi madre si no encuentro una alternativa”. El problema es que “a mis cuarenta años y con lo que llevo ya gastado en mi casa y en los trámites, no puedo permitirme comprarme un piso y empezar de cero. Soy un humilde trabajador que ve cómo van a derribar lo que tanto me ha costado levantar. Son los ahorros de toda una vida… es injusto, las palas van a derribar mi casa y como vio la técnica de la Junta que vino esta semana, a cada lado de ella solo hay 80 centímetros sin construir”.

Carril de Los Mirlos

El domingo saldrá una manifestación en su apoyo… el pueblo sabe que era “algo que todo el mundo hacía. No es crimen. Casi todos los partidos políticos tienen a miembros con casas en la misma situación”.

Asegura que “ya no tengo el control, me van a quitar la vida, incluso me da igual ir a la cárcel. Son muchos años de sufrimiento y de lucha junto a mi mujer”.

Mientras tanto, David espera que los responsables de enviar su expediente a la Fiscalía se pongan delante de su familia, de su mujer y de su hijo, y les expliqué cuáles fueron los motivos por los que enviaron el suyo y no los siete mil restantes. “Así mi hijo tendrá una respuesta cuando me pregunte por qué nos hemos quedado sin casa”. Ahora le toca decidir si deja que sea la Junta la que proceda al derribo o lo hace él mismo… “Ni siquiera me han contestado sobre el coste, aunque me dicen otros afectados que es alto, con lo creo que sale más económico tirarla uno mismo… el tiempo se me agota y la semana que viene, si no sucede algo, comenzaré a desalojar la vivienda y luego la derribaré”.

 

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