En un auto, el magistrado dice que hay que tener en cuenta el tiempo que Correa lleva en prisión -fue encarcelado en febrero de 2009- y señala que, aunque persiste, el riesgo de fuga "puede, razonablemente, conjurarse mediante las oportunas medidas de vigilancia, que corresponde aplicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
Añade además que "dado el avance de la investigación y el material instructorio allegado, no existe riesgo relevante de entorpecimiento a la instrucción, destrucción, ocultación o enervación de fuentes de prueba o medios instructorios".
Pedreira justifica la elevada fianza solicitada diciendo que Correa "tiene a su disposición una ingente cantidad de dinero, es el cabeza de la trama Gürtel y su fortuna era superior a la de cualquier imputado que se encuentre dentro de la causa".
En caso de que depositara los quince millones de euros y saliera de prisión, a Correa se le retiraría el pasaporte, tendría prohibido salir del territorio nacional y debería comparecer en el Juzgado dos veces a la semana: los lunes y los viernes.