Aunque el de ayer no era un desahucio por impago de la hipoteca. “Sé que me tengo que ir, sólo pido un poco de tiempo más”, explica Amparo de los Santos, de 47 años. La casa era de su padre y fue expropiada por el Ayuntamiento de Mairena para reurbanizar los terrenos como zona verde.
Pero Amparo no lo tiene fácil para buscar otra vivienda que pueda pagar con sus ingresos, alrededor de 500 euros que cobra por la Ley de Dependencia por ser cuidador a de su hija mayor, de 25 años y que es inválida. También tiene a su cargo a sus dos hijas pequeñas, Lorena, de 16 años, y Triana, de 12.
Una conocida la puso en contacto con los indignados, a los que está “muy agradecida”. Por el momento ha conseguido que el Ayuntamiento de Mairena, en el que ayer ella misma se personó, espere hasta el viernes para volver a notificarle que se tiene que ir de su casa.
Ahora los indignados les ayudan a buscar una vivienda en alquiler que, además de poder pagarla, sea accesible para su hija inválida. “Si alguien tiene problemas que llame al 15-M, que son unas bellísimas personas”, explicaba emocionada Amparo.