Tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, ha explicado en rueda de prensa que serán los profesores de 1º de la ESO, cuyas aulas están equipadas con ordenadores y pizarras digitales, los que decidan si usan el libro digital o el de papel.
Las ediciones electrónicas no deberán contener elementos que precisen de licencias de terceros para su uso o acceso a los contenidos, como enlaces que exijan un pago adicional al que hará la administración por los cuatro años que tendrán que estar vigentes los textos, ha subrayado el consejero.
En el sistema educativo de Andalucía hay 500.000 ordenadores, de los que 340.000 son portátiles de los alumnos y 50.000 de profesores, mientras que en septiembre próximo habrá 12.654 aulas digitales, 3.000 más que el año pasado, según el consejero.
Tras afirmar que con el ordenador portátil el puesto escolar cuesta 327 euros por alumnos frente a los 854 euros del ordenador fijo, el consejero ha recordado que en los 82 centros con libros digitales de este año hubo 7.000 alumnos, a los que 22 editoriales aportaron 227 títulos.
Debido al "alto nivel de satisfacción" de esta experiencia, el consejero ha subrayado que han decidido extender la opción "inédita" en España de que todos los alumnos de 1º de la ESO puedan usarlos.
Además, los libros digitales deberán adaptarse al software libre y equipamiento de los centros educativos para garantizar su compatibilidad y, en el caso de que se trate de material distribuido a través de internet, deberá tener contenido de apoyo en soporte físico o descargable en el ordenador personal del alumno.
Las editoriales le han asegurado al consejero que se ahorran un 30 % de costes en el uso del libro digital frente al tradicional del papel.
La nueva norma aprobada hoy sustituye a la vigente desde 2000, que no recogía las nuevas leyes educativas andaluzas y del Estado ni el programa de gratuidad de libros de texto.
Otra novedad de la norma de hoy es la posibilidad de realizar de forma telemática los trámites de inscripción, renovación o modificación del material en el Registro de Libros de Texto, que contiene 5.200 textos y que estará disponible y actualizado para su consulta en la web de la Consejería de Educación.
La inscripción tendrá una vigencia de cuatro años, periodo en el que los libros impresos no podrán ser modificados.
La nueva norma incorpora además exigencias como el respeto a los principios, valores, libertades, derechos y deberes constitucionales y estatutarios; la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, y la inclusión de contenidos y actividades relacionados con la educación en valores y la cultura andaluza.
Por otra parte, el consejero ha destacado la "altísima" eficiencia social, económica y ecológica de la gratuidad de los libros de texto, que en toda la etapa de educación obligatoria permite a una familia ahorrar 1.850 euros.
De la Chica también ha subrayado que con el programa de gratuidad, que obliga a mantener un libro cuatro años, el coste de comprar todos estos textos es de 278 millones frente a los 658 que supondría comprarlos cada año, y ha añadido que permiten cortar 400.000 árboles menos.