Tras presentar la estructura de la entidad provincial, que se prevé que sea aprobada este martes en el pleno de organización de la Diputación, Villalobos ha insistido en las “máximas irrenunciables” para hacer frente a este nuevo periodo, como son la “austeridad, el ajuste y la racionalización, redoblando los esfuerzos que se vienen desarrollando desde 2008”. Así, insta a ser austeros tanto en lo político como en lo ordinario, completando reducciones del 18 por ciento del coste de los eventuales o la disminución asignaciones a los grupos políticos o de las comisiones informativas, con ahorros en ámbitos como la telefonía móvil o el gasto energético.
“Somos coherentes y es lo que tenemos que hacer, ahorrar en temas que pueden ser más secundarios y no tocar los servicios básicos, una recomendación que hago a los alcaldes”, sentencia, tras matizar que estos ahorros políticos han sido consensuados entre todos los grupos.
Villalobos señala que se está intentando atajar la crisis financiera de los ayuntamientos desde 2008, con unos 128 millones para paliar la “asfixia económica”. “Los ayuntamientos tenían presupuestos holgados como consecuencia de los ingresos de los impuestos de licencia de obras, entre otros”, muy voluminosos ante de las crisis”.