"Breivik. Comandante. Integrado en el movimiento de resistencia anticomunista contra la islamización. La operación ha sido completada y me entregaré a los Delta", fueron las palabras exactas que pronunció Breivik en su conversación telefónica, de apenas tres segundos de duración, con un oficial de Policía de la Comisaría de Buskerud Sur.
Breivik realizó la llamada desde la isla de Utoya tras haber acabado con la vida de decenas de jóvenes que participaban en un campamento de las juventudes del Partido Laborista, con un teléfono móvil registrado con sus datos y que la Policía no ha conseguido encontrar.